El plan busca frenar la guerra en Gaza durante 60 días, liberar rehenes y abrir camino a una solución permanente.
En una señal esperanzadora tras meses de intensos combates, Israel ha aceptado una propuesta de alto el fuego de 60 días promovida por Estados Unidos. Hamás confirmó que está revisando «de manera responsable» la oferta, que podría marcar el comienzo del fin del conflicto en Gaza si ambas partes logran un consenso.
Un cese al fuego con etapas definidas y mediación internacional
La propuesta establece un alto el fuego de 60 días prorrogables a 70, con el cese de todas las ofensivas israelíes desde el primer día. Israel se retiraría del norte de Gaza y del corredor de Netzarim de inmediato, completando su salida del sur en la primera semana.
El plan contempla un intercambio escalonado de rehenes y prisioneros, donde Hamás liberaría a 10 israelíes vivos y los restos de 18 más, mientras que Israel excarcelaría a 125 prisioneros palestinos con cadena perpetua y 1.111 detenidos gazatíes, además de devolver 180 cuerpos. La propuesta es garantizada por EE.UU., Catar y Egipto, con Donald Trump comprometiéndose personalmente a que Israel cumpla los términos.
Liberación de rehenes en fases: una decisión desgarradora
El esquema de liberaciones prioriza a mujeres, menores, ancianos y heridos, pero ha generado tensión en Israel. Autoridades reconocen que decidir qué personas serán liberadas primero es una «decisión cruel», pues después de casi dos años de cautiverio, «todos los rehenes son casos humanitarios».
Hamás deberá entregar una lista detallada con informes médicos de los cautivos restantes al décimo día del acuerdo. Si no se logra un pacto permanente antes del final del alto el fuego, Israel podría retomar las operaciones militares o negociar nuevas liberaciones como condición para extender la tregua.
¿Fin definitivo o pausa táctica? Las diferencias clave
Aunque la propuesta cuenta con respaldo internacional, Hamás ha exigido garantías de una retirada total israelí de Gaza y no solo una suspensión temporal. En negociaciones previas, el grupo modificó varios puntos esenciales del plan, lo que fue interpretado por Israel como un rechazo indirecto.
No obstante, Hamás ha declarado que evalúa la nueva versión de forma «positiva y seria», sugiriendo voluntad para avanzar hacia un alto el fuego permanente, siempre que se respeten sus condiciones de soberanía y reconstrucción.
Un posible punto de inflexión en la guerra de Gaza
La propuesta incluye también ampliación del acceso humanitario y el inicio de conversaciones multilaterales para discutir el futuro de Gaza tras la guerra. Estas abordarían gobernanza post-conflicto, retiro de las FDI y el marco para una paz duradera.
Según la Casa Blanca, la respuesta final de Hamás será enviada directamente al presidente Trump y al enviado especial Steve Witkoff. Si se concreta el acuerdo, podría abrir un nuevo capítulo en la región, cerrando uno de los conflictos más cruentos y prolongados de los últimos años.