La Franja de Gaza enfrenta una nueva escalada de violencia tras el rompimiento del alto al fuego, con un saldo de al menos 330 muertos, según informó el Ministerio de Salud palestino. La cifra incluye mayoritariamente a mujeres y niños, y se registra como el episodio más letal desde el inicio de la tregua vigente desde el 19 de enero.
Bombardeos masivos tras el fracaso de negociaciones
El portavoz del Ministerio de Salud, Mohamed Zaqut, detalló a la agencia AFP que los ataques han dejado cientos de heridos, muchos de ellos en estado crítico. La mayor concentración de víctimas fatales se reportó en:
- Jan Yunis (sur de Gaza): más de 82 muertos.
- Nuseirat (centro de Gaza), Ciudad de Gaza y sectores del norte del territorio: decenas de fallecidos adicionales.
Justificación de Israel ante el fin de la tregua
El gobierno israelí confirmó la reanudación de los ataques a través de un comunicado conjunto de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la Agencia de Seguridad Interna, donde explicaron que la ofensiva responde a la «repetida negativa de Hamás de liberar a los rehenes israelíes», en un contexto donde las negociaciones mediadas por Estados Unidos y otros actores internacionales se encuentran estancadas.
«En acuerdo con el escalón político, las Fuerzas de Defensa de Israel y la Agencia de Seguridad Interna están efectuando amplios ataques contra objetivos terroristas pertenecientes a la organización terrorista Hamás en la Franja de Gaza», señalaron ambas entidades en un comunicado oficial.
Decisión política liderada por Netanyahu
La orden para retomar los bombardeos fue emitida por el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz, en respuesta a lo que califican como el rechazo sistemático de Hamás a todas las propuestas entregadas por el enviado presidencial estadounidense Steve Witkoff y otros mediadores.
La situación humanitaria en Gaza
La nueva ofensiva ha profundizado la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, con hospitales colapsados, escasez crítica de suministros médicos y miles de personas desplazadas.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro de la situación y el riesgo de un conflicto aún más amplio, mientras los esfuerzos diplomáticos para retomar una tregua se encuentran paralizados.