La jornada parcial de trabajo está regulada en el Código del Trabajo y corresponde a aquellos contratos donde la carga laboral semanal no supera las 30 horas. Este tipo de acuerdo tiene ciertas condiciones especiales que lo diferencian de una jornada completa, pero mantiene derechos básicos para los trabajadores.
¿Cómo se define la jornada parcial?
Un contrato de jornada parcial se establece cuando se pacta trabajar 30 horas o menos a la semana. Esta modalidad es común en estudiantes, personas que buscan compatibilizar labores domésticas o quienes desean más flexibilidad en sus horarios.
Características principales
Entre los puntos más relevantes de esta jornada se encuentran:
- Horas extra: se permite pactar trabajo extraordinario, siempre que responda a necesidades puntuales.
- Duración diaria: la jornada debe ser continua y no puede superar las 10 horas diarias. Además, debe incluir una pausa de colación de al menos 30 minutos y no más de una hora.
- Distribución de horarios: las partes pueden convenir distintas alternativas de distribución. En estos casos, el empleador debe avisar con al menos una semana de anticipación cuál opción regirá en el período siguiente.
- Derechos laborales: quienes trabajan a tiempo parcial mantienen los mismos derechos que los trabajadores de jornada completa en cuanto a descansos, feriados, seguridad y protección social.
- Gratificación: el límite máximo de 4,75 ingresos mínimos puede ajustarse en proporción a las horas pactadas frente a la jornada ordinaria.
Indemnización por años de servicio
En caso de término de contrato, el cálculo de la indemnización considera un promedio de las remuneraciones percibidas durante la vigencia del contrato o de los últimos once años. Dichas remuneraciones deben reajustarse según la variación del IPC. Si el cálculo resulta menor a lo que establece el artículo 163 del Código del Trabajo, prevalece este último.