El Juramento de la Bandera: un acto de lealtad y compromiso patrio
Cada 9 de julio, miles de hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de Chile se congregan en diferentes puntos del país para participar en una ceremonia de gran importancia: el Juramento de la Bandera. Esta tradición, que se realiza en conmemoración a los soldados caídos en el Combate de La Concepción en 1882, es un acto solemne en el cual se renueva el compromiso de servir fielmente a la patria.
Desde 1818: una tradición que perdura en el tiempo
El juramento a la bandera se ha llevado a cabo desde los inicios de la República de Chile. Desde el 12 de febrero de 1818, cuando el capitán General Bernardo O’Higgins proclamó la Independencia de Chile en Talca, este acto de lealtad ha sido parte fundamental de la historia del país. Sin embargo, fue en el año 1914 cuando se estableció una fecha única para la realización de esta ceremonia.
Un juramento que trasciende el tiempo
El texto del juramento a la bandera, el cual está vigente desde su formalización en 1914, expresa el compromiso de los soldados chilenos de servir a su patria de manera fiel y valiente. Durante la ceremonia, el comandante de la unidad realiza una alocución patriótica en la cual se rememora el heroico combate de La Concepción. Luego, los soldados levantan su mano derecha sobre el emblema patrio y pronuncian en voz alta el juramento, sellando así su compromiso con la patria.
Un acto cargado de simbolismo
La ceremonia del Juramento de la Bandera no termina con la recitación del texto, sino que también incluye otras acciones simbólicas. Después del juramento, se realizan descargas de honor, las cuales representan el compromiso adquirido por cada soldado. Esta es una demostración tangible del respeto y honor hacia la bandera y hacia aquellos que dieron su vida por la patria.
El Juramento de la Bandera es un acto de profunda importancia para las Fuerzas Armadas de Chile. A través de él, se renueva el compromiso de servir a la patria con valentía, honor y lealtad. Es una muestra del amor y respeto hacia los héroes que dieron su vida por la independencia y soberanía del país. Esta tradición perdura en el tiempo como símbolo inquebrantable de la dedicación y sacrificio de los hombres y mujeres que forman parte de las fuerzas militares chilenas.