La modelo y exfigura televisiva Faloon Larraguibel enfrenta un complejo conflicto judicial tras ser demandada por Matías Pineda, hermano de su exesposo Jean Paul Pineda, con quien tiene tres hijos y de quien está separada. La disputa se centra en el departamento en el que reside junto a sus hijos en la comuna de La Florida, inmueble que ella creía propiedad de su expareja.
El origen del conflicto judicial
En 2021, sin que Faloon tuviera conocimiento, Jean Paul Pineda vendió el departamento a su hermano Matías Pineda. Ahora, este último exige el desalojo del inmueble, argumentando que no existe contrato alguno que respalde la permanencia de Larraguibel en la vivienda.
En su defensa, la modelo sostiene que se trata de una venta simulada, realizada con el propósito de expulsarla de la propiedad. Según recoge Las Últimas Noticias, Faloon calificó esta acción como una «maquinación fraudulenta para poder sacarme del lugar por despecho y venganza».
Estrategia legal para revertir la venta
La abogada de Larraguibel, Lya Rojas, adelantó que buscarán demostrar ante el tribunal que la compraventa fue ficticia, con el objetivo de anular la transacción y que el inmueble vuelva a estar a nombre de Jean Paul Pineda.
Rojas además cuestionó la veracidad del pago, señalando que su clienta considera improbable que Matías Pineda haya podido pagar $100 millones de pesos al contado, dado que trabaja en el área administrativa de una empresa y no tendría los ingresos suficientes para realizar una operación de ese monto.
«Se estipuló un precio que no es real, el departamento no cuesta eso, y Matías va a tener que justificar cómo accedió a ese dinero», señaló la abogada.
La postura de la defensa de Matías Pineda
Por su parte, el abogado Marcelo Núñez, representante de Matías Pineda, explicó que su cliente busca el desalojo legal de la vivienda, amparado en el título de propiedad inscrito en el Conservador de Bienes Raíces, documento que lo acredita como propietario legítimo del inmueble.
Sobre la acusación de simulación de contrato, Núñez aclaró que esta práctica no está prohibida, y al ser consultado por la existencia de un pago, respondió: «No puedo decir si hubo un pago o no. Asumo, según la escritura, que hubo un pago porque todas las partes así lo han consignado. Asumo que ese pago se realizó y permitió la adquisición del inmueble».