Tras sufrir una derrota decisiva ante Bolivia, la selección chilena ve su sueño mundialista desvanecerse. Esta situación deja sin contrato a su entrenador, Ricardo Gareca, marcando el fin de su ciclo al frente del equipo nacional.
El Final de una Era: Derrota en El Alto
La derrota por 2-0 ante Bolivia en El Alto selló el destino de la Roja en las Eliminatorias. Con este resultado, Chile quedó sin posibilidades de clasificar al próximo Mundial. Esta situación ha desencadenado el término del contrato de Ricardo Gareca con la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
Las Palabras de Despedida de Gareca
Al finalizar el partido, Gareca expresó su sentir: “Queremos descomprimir la situación. Intentamos pelear hasta el final. Manifestamos nuestro agradecimiento a todos, nos sentimos muy contenidos en nuestra estadía en Chile”, señaló con evidente emoción.
El entrenador argentino destacó su gratitud hacia los jugadores y dirigentes: “Quiero agradecer públicamente a los jugadores, a los dirigentes, por el respaldo que nos dieron hasta las últimas consecuencias”, indicó, añadiendo que nunca hubo conflictos económicos. “Jamás he hecho juicio a nadie, era sólo ponernos de acuerdo”, concluyó.
Un Balance Desfavorable
Considerando su desempeño en amistosos, Eliminatorias y Copa América, el recorrido de Gareca al mando de la Roja se resume en 17 partidos, con apenas cuatro victorias, cuatro empates y nueve derrotas. En el proceso clasificatorio, la única victoria significativa se obtuvo contra Venezuela en noviembre del año pasado.
Perspectivas Futuras para la Roja
Con la salida de Gareca, la selección chilena se enfrenta a un nuevo desafío: encontrar al líder que pueda reconducir el rumbo del equipo. La misión no será sencilla, ya que las expectativas están puestas en regresar a un Mundial en el próximo ciclo clasificatorio.
Se especula con posibles nombres para ocupar el cargo, aunque aún no hay confirmaciones oficiales. La ANFP deberá moverse rápido para preparar el equipo de cara a los próximos retos, buscando no solo recuperar el espíritu competitivo, sino también garantizar una transición efectiva.