En medio del juicio que se desarrolla en Argentina por la muerte de Diego Armando Maradona, este jueves salieron a la luz algunas de las últimas frases que pronunció el ídolo del fútbol mundial semanas antes de fallecer, según relató un testigo clave ante el tribunal.
El exfutbolista, considerado uno de los mejores de todos los tiempos, murió el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años, producto de un edema pulmonar agudo provocado por una insuficiencia cardíaca crónica, mientras cumplía con una internación domiciliaria luego de ser operado por un hematoma subdural.
Declaración clave en el juicio por su muerte
Durante la jornada judicial, el traumatólogo Flavio Tunessi, médico del club Gimnasia y Esgrima de La Plata —último equipo dirigido por Maradona—, recordó un diálogo que tuvo con el astro argentino el 30 de octubre de 2020, durante un homenaje por su cumpleaños número 60.
“Lo vi caminar solo hacia una ambulancia que estaba en el estadio, me acerco y le digo ‘Diego, ¿necesitás algo?’ y me responde: ‘No, me voy, no estoy bien’, y se fue”, relató el médico.
Según Tunessi, ese día notó al exentrenador «adelgazado y caído», y añadió que otras personas presentes también manifestaron su preocupación por el evidente deterioro de su salud.
El diagnóstico al día siguiente
Tras este episodio, el médico personal de Maradona, Leopoldo Luque —uno de los principales imputados en el caso—, gestionó su ingreso a la Clínica Ipensa en La Plata para realizarle estudios. Allí se le diagnosticó un hematoma subdural, aunque según declararon los neurólogos que lo atendieron, “no era una urgencia quirúrgica” en ese momento.
El proceso judicial sigue en curso
Actualmente, siete profesionales de la salud están siendo juzgados por el delito de homicidio con dolo eventual, lo que implica que habrían actuado con conocimiento del riesgo mortal que corría el paciente. Una octava imputada —una enfermera— será juzgada por separado.
El juicio podría extenderse hasta julio, con la declaración de decenas de testigos, y los acusados arriesgan penas de entre 8 y 25 años de cárcel, según establece la legislación penal argentina. La próxima audiencia fue programada para el martes.