A sus 84 años, la querida intérprete de la profesora Sprout enfrenta una grave enfermedad que ha limitado su movilidad y marcado el tramo final de su vida.
La actriz británica Miriam Margolyes, recordada por su entrañable papel como la profesora Pomona Sprout en la saga cinematográfica de Harry Potter, ha abierto su corazón en una íntima entrevista donde revela que le queda poco tiempo de vida. Afectada por una compleja condición de salud, la actriz de 84 años abordó con franqueza su diagnóstico de estenosis espinal, una dolencia que deteriora progresivamente su calidad de vida y movilidad.
Una enfermedad que apagó su vitalidad sobre el escenario
La actriz, también reconocida por ganar un premio BAFTA por su rol en La edad de la inocencia, confesó que le duele dejar atrás el mundo de la actuación, al que le ha entregado más de seis décadas de su vida. Sin embargo, la debilidad física y su actual dependencia de bastones y sillas de ruedas han reducido drásticamente sus posibilidades de seguir interpretando papeles.
“Cuando sabes que no te queda mucho tiempo de vida… cuesta dejar atrás la actuación. Es una alegría enorme”, declaró al diario The Times, agregando que probablemente le queden “cinco o seis años, sino antes”.
Humor, lucidez y un scooter que le devolvió pequeñas alegrías
Pese a la gravedad de su diagnóstico, Margolyes mantiene su característico sentido del humor y se ha adaptado a su nueva realidad con espíritu resiliente. “Tengo dos bastones y un andador, pero acabo de conseguir un scooter de movilidad, que es muy divertido. Es como tener un juguete nuevo”, dijo entre risas, destacando que incluso lo usa para hacer compras y paseos breves.
La actriz, además, rememoró que en 2023 fue sometida a una cirugía cardíaca en la que se le implantó una válvula bovina, intervención que evitó una operación a corazón abierto. “Ahora tengo el corazón de una vaca”, comentó en tono liviano durante el pódcast Table Manners.
Reflexiones sobre la vejez, la muerte y el cierre de un ciclo
Además de su estenosis espinal, Margolyes ha padecido artrosis desde los 35 años, lo que ha complejizado su estado de salud con el paso del tiempo. Lejos de esconder sus pensamientos más profundos, reflexionó en la revista Vogue sobre la muerte y el paso de los años:
“Cuando eres joven, nunca piensas en la muerte. Yo pienso mucho en ella. Es inevitable ser consciente de que el tiempo que queda es menor”, dijo con entereza. “Sigo abierta a nuevas experiencias, pero soy muy consciente de que no hay luz al final del túnel”, añadió, dejando una huella de sinceridad y humanidad.