El glaciar Perito Moreno, uno de los atractivos más emblemáticos de la Patagonia argentina y considerado durante décadas como el más estable de la región, enfrenta el retroceso más pronunciado registrado en las últimas décadas, según un estudio publicado el 7 de agosto en la revista Nature.

Ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares, cerca de la frontera con Chile y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981, este glaciar había mantenido su posición casi inalterada entre 1999 y 2013, con variaciones de no más de 50 metros. Sin embargo, los datos revelan un cambio abrupto: desde 2019 comenzó a retroceder entre 200 y 400 metros, y entre 2020 y 2024 se registró un repliegue de 800 metros.
Retroceso acelerado y causas identificadas
Los científicos argentinos y alemanes que realizaron el estudio advierten que el Perito Moreno podría estar siguiendo un patrón similar al de otros glaciares lacustres en retirada en la Patagonia. El retroceso más rápido se ha dado en la parte más profunda de la depresión en el Canal de los Témpanos, donde la orilla cedió 800 metros en apenas cuatro años.
El informe detalla que el glaciar continuará adelgazando y podría experimentar desprendimientos una vez que su superficie supere el umbral de flotabilidad.
En cuanto a las causas, el análisis señala directamente al cambio climático. Los registros de temperatura desde mediados de la década de 1990 hasta 2020 evidencian una tendencia de calentamiento, con incrementos más marcados en verano y primavera, lo que ha favorecido el derretimiento superficial.
Factores climáticos adicionales
El estudio también vincula el retroceso con fases positivas de la variabilidad climática en el hemisferio sur y con eventos del fenómeno La Niña. Durante estos períodos, los vientos del oeste intensificados provocan temperaturas más altas y mayor velocidad del viento, lo que contribuye a la pérdida de masa superficial del glaciar.
Aunque no se profundiza en el impacto regional, se recuerda que los glaciares patagónicos son principales contribuyentes al aumento del nivel del mar desde Sudamérica, incrementando el riesgo de que ciertas playas chilenas pierdan metros de costa o desaparezcan.