En el marco de su gira por Asia, el Presidente Gabriel Boric sostuvo este miércoles un importante encuentro bilateral con su par Xi Jinping en la ciudad de Pekín. Se trata del tercer cara a cara entre ambos mandatarios en cuatro años, pero el primero que se da en un contexto marcado por tensiones comerciales globales, especialmente entre China y Estados Unidos.
Chile reafirma lazos históricos con China
Durante la reunión, Boric hizo énfasis en la importancia estratégica del vínculo entre Chile y China, destacando que la relación no solo es comercial, sino que tiene raíces diplomáticas profundas. “Esta reunión da cuenta de la importancia que Chile otorga a las relaciones con vuestro país”, sostuvo el mandatario.
El presidente chileno recordó que Chile fue el primer país de América Latina en reconocer oficialmente a la República Popular China en 1970, y también apoyó su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Xi Jinping valoró estos gestos históricos y expresó su aprecio por el compromiso sostenido del país sudamericano con la relación bilateral.
Chile y su defensa del comercio libre y multilateral
Boric aprovechó la instancia para reafirmar el compromiso de Chile con el multilateralismo y con un sistema de comercio abierto. “Chile es un país que cree en el multilateralismo, que cree en la paz, que cree en el diálogo”, declaró.
El jefe de Estado subrayó que el país mantiene relaciones abiertas y constructivas con diversas potencias, incluyendo Estados Unidos, la Unión Europea, los países del Asia Pacífico y, por supuesto, China.
En un mensaje que se interpreta como una crítica velada a las guerras comerciales, Boric advirtió que los principios del comercio libre están siendo puestos en duda en la escena internacional. “Guardamos la profunda convicción de que cuando el comercio es libre y está pensado en función de la mejora del bienestar de los pueblos y no solo de unos pocos, trae beneficios que son recíprocos”, enfatizó.
Un mensaje en clave diplomática y comercial
La bilateral entre Chile y China no solo fue una reafirmación de los lazos históricos y diplomáticos, sino también una declaración política sobre el modelo de desarrollo económico que Chile quiere sostener: un país abierto al mundo, comprometido con la cooperación multilateral y el respeto a las reglas del comercio internacional.
Todo esto ocurre en medio de un escenario geopolítico global cambiante, donde la guerra comercial entre China y Estados Unidos sigue generando tensiones, y en el que Chile busca posicionarse como un actor confiable y equilibrado dentro del concierto internacional.