Nayib Bukele, presidente de El Salvador, inauguró la que sería «la cárcel más grande de todo el continente», en la que se podrían encerrar aproximadamente 40 mil presos, principalmente pandilleros pertenecientes a la banda delictual Las Maras.
Guerra contra el crimen
Desde hace más de un año que el presidente salvadoreño le tiene declarada la guerra al crimen organizado. Su gobierno ha detenido a más de 60 mil pandilleros bajo un régimen de excepción que permite el arresto sin orden judicial y que se ha caracterizado por carecer de piedad con los delincuentes, principalmente con las llamadas Maras.
A través de cadena nacional, el mandatario informó otro de sus grandes golpes. Se trata de la inauguración del Centro de Confinamiento del Terrorismo, una mega-cárcel «para ganar la guerra contra las pandillas», que albergará a más de 40 mil delincuentes y que sería la prisión más grande de América Latina.
El terreno estaría compuesto por 166 hectáreas con muros de concreto reforzado, barrotes de acero, cientos de cámaras de seguridad, siete torres de vigilancia y un perímetro custodiado por gendarmes, 250 policías y 600 soldados.
Celdas de castigo
El centro de confinamiento también contaría con «celdas de castigo» oscuras y sin ventanas. Dentro de ellas, el presidente aseguró que seguirá con la «mano dura» y pretende dejar sin comida y cama a los presos que tengan mal comportamiento.
Si bien las medidas despertaron ciertas críticas por la violación a los Derechos Humanos, el 90% de los salvadoreños está a favor de la gestión de Bukele, caracterizada por su guerra contra Las Maras.