En la era digital, hay un mundo de posibilidades disponibles con la Inteligencia Artificial (IA). Todos los días, ya sea que le pida a Siri que reproduzca una canción, que se acurruque alrededor de un computador portátil para usar con amigos, o que se desplace por Instagram durante horas, se reaprende la prevalencia de la IA.
Ahora, una nueva investigación sobre IA de la Universidad Princeton, la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Nueva York, mostró el “riesgo” que tienen ciertos trabajos de ser reemplazados por la tecnología.
En su estudio, los investigadores analizaron los efectos de la Inteligencia Artificial de modelado del lenguaje (un algoritmo de aprendizaje profundo entrenado en enormes cantidades de datos de texto) como el ChatGPT en diferentes ocupaciones e industrias, y encontraron que algunos trabajos están más “expuestos” a la tecnología que otros.
Según los autores el término “expuesto” tiene una definición bastante amplia, lo que indica que las profesiones pueden verse afectadas por la IA de varias maneras, lo que puede ir desde la pérdida del trabajo hasta la inclusión de la tecnología para ayudar en algunas funciones laborales.
Los operadores telefónicos (quienes trabajan en un call center), encabezan la lista de las 20 ocupaciones más expuestas a las herramientas de IA de modelado de lenguaje, y los profesores son otros que se repitieron, ocupando nueve de los 11 primeros lugares.
Estas son las 20 profesiones más expuestas a la Inteligencia Artificial según el estudio:
1. Vendedores telefónicos (Call center).
2. Profesores de lengua y literatura inglesa.
3. Profesores de lengua y literatura extranjera.
4. Profesores de historia.
5. Profesores de derecho.
6. Profesores de filosofía y religión.
7. Profesores de sociología.
8. Profesores de ciencias políticas.
9. Profesores de justicia penal y aplicación de la ley.
10. Sociólogos.
11. Profesores de trabajo social.
12. Profesores de psicología.
13. Profesores de comunicaciones.
14. Politólogos.
15. Profesores de estudios culturales.
16. Árbitros, mediadores y conciliadores.
17. Jueces y magistrados.
18. Profesores de geografía.
19. Profesores de biblioteconomía.
20. Psicólogos clínicos y escolares.
El estudio descubrió que la industria de servicios legales es el campo que está más expuesto a las herramientas de IA de modelado de lenguajes, al igual que la gestión de artistas y atletas, los servicios de agentes de viajes.
Pero Álvaro Soto, director del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) explica que es difícil que la Inteligencia Artificial reemplace totalmente cualquier ocupación, “porque una ocupación es multidimensional”.
A pesar que cada ocupación tiene tareas que son automatizables, tiene otras tareas como el contacto humano, el hablar con una persona, poder entenderla, que no son desplazables hoy en día por la máquina, “entonces es muy difícil que una aplicación pueda reemplazar totalmente, sino que lo que puede hacer es automatizar parte de esa labor, haciendo probablemente que la gente que se dedica a eso pueda dedicar tiempo a otras cosas”, añade Soto.
Los autores afirmaron que la IA tendría un impacto multifacético en el trabajo. En algunos casos, reemplazará el trabajo que antes realizaban los humanos, mientras que en otros casos, complementará el trabajo.
El estudio tomó 10 aplicaciones comunes de IA, incluida la generación de imágenes como la aplicación DALL-E y el modelado de lenguaje, que potencia ChatGPT, y las asignaron a diferentes ocupaciones para ver cómo se relacionaban las capacidades de las herramientas de IA con diversas habilidades laborales.
Los investigadores señalaron, que es probable que las ocupaciones en el campo de la educación se vean relativamente más afectadas por los avances en el modelado del lenguaje.
En términos más generales, comenta el director de Cenia, “el estudio hay que tomarlo con cuidado”, ya que este tipo de análisis han sido publicados anteriormente, y de alguna manera tienen cierto sesgo.
Por ejemplo, añade que en 2003 se publicó una investigación que advertía que en la época actual el 40% de las ocupaciones laborales humanas iban a ser reemplazadas por la IA, “y claramente no hay un 40% de los trabajos que hayan sido automatizados por la IA”.
Sobre todo desde la perspectiva de comprender que los actuales análisis se realizan sobre la forma en que un trabajo, en este caso la docencia, se desarrolla hoy en día. “Pero una de las cosas que va a pasar con la pedagogía en los próximos año, es que va a ir cambiando”, comenta Soto, por lo que puede que no exista amenaza por parte de la Inteligencia Artificial, si no más bien sea una herramienta que aporte a nuevos beneficios.
En otras palabras, de acuerdo a Raj, es más probable que cambie la naturaleza del trabajo en estas ocupaciones expuestas a la IA.
Si bien en algunos casos la IA reemplazará a los trabajadores, en otros complementará sus habilidades y los liberará para realizar tareas de mayor nivel que aumenten la productividad y los resultados de las empresas. Lo que aún se desconoce es qué tipo de nuevos puestos de trabajo se crearán como resultado de las formas emergentes de IA.
Por ejemplo en Chile, Cenia se reunió con el Poder Judicial por los problemas que viven hoy para poder procesar tantas causas que tienen extensos textos y al tener que analizar cada uno, por lo que no dan a basto.
Para ello, dice Soto, utilizar las tecnologías como en ChatGPT, que tiene la capacidad de dar resúmenes, de analizar y digerir la información, permiten como en el caso de la leyes, “que el humano se vea beneficiado en términos de su eficiencia y capacidades, al poder utilizar su tiempo en otras tareas, y eso se extrapola a muchas labores”.
Los investigadores construyeron un algoritmo que vinculaba 10 aplicaciones impulsadas por IA, como el modelado del lenguaje, la generación de imágenes y la traducción, con 52 habilidades humanas, como el equilibrio entre brazos y manos, y la comprensión oral.
Sin embargo, cuando los autores del estudio ajustaron el algoritmo para tener en cuenta los avances recientes en el modelado del lenguaje, la lista de trabajos en riesgo cambió significativamente.
Se consideró que los trabajadores de call center eran los más vulnerables, lo cual no sorprende si se tiene en cuenta que muchas empresas ya están utilizando chatbots impulsados por IA para realizar las tareas asociadas con este rol.
El profesor Rafael Lalive, coautor del estudio, dijo que “el desafío clave para la sociedad actual es cómo volverse resistente a la automatización”.
“Nuestro trabajo brinda asesoramiento profesional detallado para los trabajadores que enfrentan altos riesgos de automatización, lo que les permite asumir trabajos más seguros mientras reutilizan muchas de las habilidades adquiridas en el trabajo anterior” añadió.