Gracias al milenario Mapa de Madaba, arqueólogos logran ubicar la antigua ciudad de Tharais, un nodo clave del cristianismo y el comercio bizantino.
Un equipo arqueológico ha identificado las ruinas de Tharais, una ciudad bizantina perdida durante siglos, en las cercanías de El-‘Iraq, en la Gobernación de Karak, Jordania. Este hallazgo no solo reescribe el mapa arqueológico de la región, sino que valida la precisión del legendario Mapa de Madaba, elaborado en el siglo VI.
El Mapa de Madaba: la guía que cruzó los siglos
El descubrimiento fue posible gracias a la detallada cartografía del Mapa de Mosaico de Madaba, conservado en el piso de la iglesia de San Jorge, en la ciudad homónima de Jordania. Este mosaico, considerado el mapa geográfico más antiguo de Tierra Santa, fue clave para localizar Tharais al cotejar su ubicación con otras ciudades conocidas.
Los arqueólogos, liderados por el investigador Musallam R. al-Rawahneh, hallaron en El-‘Iraq estructuras arquitectónicas que coinciden con la disposición urbana representada en el mapa, incluyendo puertas de acceso, torres y trazados edilicios. La precisión de estos paralelos confirma la veracidad histórica del mapa y resalta su valor como herramienta arqueológica moderna.
Ruinas de una basílica revelan el rol sagrado y comercial de Tharais
Uno de los hallazgos más contundentes fue una iglesia bizantina en estilo basílica, que presenta elementos típicos como naves largas, columnas en filas paralelas y un ábside orientado al este. Este diseño se asemeja a otras grandes iglesias bizantinas de Jordania, como la Iglesia de San Esteban en Umm ar-Rasas y la Basílica del Obispo Isaías en Jerash.
La importancia de la basílica sugiere que Tharais funcionaba como un enclave religioso y parada clave en rutas comerciales del Imperio Bizantino. Tal como ocurrió en otros asentamientos, se presume que la ciudad fue abandonada tras los terremotos del siglo VI o durante la expansión islámica en el siglo VII.
Inscripciones funerarias reconstruyen vidas y creencias
El hallazgo se complementa con un contexto arqueológico rico en inscripciones funerarias griegas y latinas. Estas epitafios, comunes en todo el sur de Jordania, ofrecen detalles sobre costumbres religiosas, movilidad social y multiculturalismo bizantino.
En el cercano Zoara (actual Ghor as-Safi), ya se han documentado más de 450 epitafios que abarcan del siglo IV al VII d.C. Uno de los más destacados recuerda a Faustina, fallecida en 503, mientras que otro encontrado en Dafyāna describe el retorno de los restos de un funcionario bizantino a su tierra natal, un indicio de las complejas prácticas sociales y espirituales de la época.
Un puente entre la arqueología y la historia viva
El redescubrimiento de Tharais es un recordatorio del valor de las fuentes históricas antiguas como el Mapa de Madaba y cómo la arqueología puede revivir ciudades olvidadas durante milenios. Cada inscripción, columna y fragmento recuperado teje una narrativa más completa del mundo bizantino en Jordania, que sigue revelando secretos bajo la arena.
Este avance también refuerza la necesidad de preservar el patrimonio arqueológico jordano, una de las regiones más ricas en testimonios del cristianismo primitivo, con el potencial de atraer tanto a estudiosos como a turistas en busca de historia viva.