La implementación del nuevo royalty superó las expectativas del Gobierno: tres grandes compañías mineras concentraron el 90% de los pagos.
Con el primer año de vigencia de la nueva ley de royalty minero, el Estado chileno logró una recaudación histórica que superó los US$1.500 millones, superando así las proyecciones iniciales. El mecanismo, que busca mejorar la distribución de la riqueza generada por la minería, destina estos recursos a gobiernos regionales y municipios para financiar proyectos sociales y de infraestructura.
El royalty minero: una apuesta por la equidad territorial
Objetivo: redistribuir los ingresos de la gran minería
El royalty minero fue aprobado en agosto de 2023 como parte del compromiso del Ejecutivo por avanzar en una mayor justicia territorial, incrementando el tributo que las grandes mineras deben pagar al Estado. Este impuesto específico, que grava las utilidades y producción de las compañías que explotan recursos minerales, busca canalizar parte de esas ganancias hacia las comunidades que más lo necesitan.
La estimación original del Gobierno era recaudar cerca de US$1.350 millones durante su primer año, pero finalmente se obtuvieron US$1.550 millones, según reportó la consultora 1st Quartil Mining.
Tres gigantes mineros lideran el pago del royalty
Minera Escondida, Collahuasi y Los Pelambres concentran casi el total
El informe reveló que casi el 90% de lo recaudado provino de solo tres operaciones mineras, todas dedicadas mayoritariamente a la extracción de cobre:
- Minera Escondida, operada por BHP, lideró los aportes con un pago de US$839 millones, lo que representa más de la mitad del total recaudado. Se trata del yacimiento de cobre más grande del mundo, ubicado en la Región de Antofagasta.
- En segundo lugar está Collahuasi, cuya propiedad comparten Anglo American, Glencore y Japan Collahuasi Resources. La compañía entregó US$363 millones, también en función de su elevada producción de cobre.
- El tercer mayor contribuyente fue Los Pelambres, del Grupo Luksic junto a un consorcio japonés, que aportó US$196 millones durante el periodo. Esta faena extrae cobre y molibdeno en la Región de Coquimbo.
En contraste, otros yacimientos del país aportaron cifras mucho menores, inferiores a los US$70 millones, e incluso hubo operaciones que no registraron pagos al royalty en este primer ciclo.
Una señal positiva, pero con advertencias para el futuro
Expertos llaman a monitorear la competitividad del sector
Si bien la alta recaudación fue bien recibida por las autoridades, algunos expertos alertan sobre la necesidad de cuidar la competitividad del país como destino de inversión minera. Claudio Valencia, director ejecutivo de 1st Quartil Mining, advirtió que “el impacto del royalty en la competitividad de la industria minera nacional y el atractivo para la inversión debe ser siempre monitoreado”.
Agregó que el país debe compararse continuamente con otros distritos mineros del mundo, para no perder atractivo frente a mercados como Perú, Australia o Canadá, donde también se están reformando los marcos tributarios.