El mayor proyecto aeroportuario del país promete transformar Santiago: el aeropuerto Arturo Merino Benítez pasará de 30 a 84 millones de pasajeros anuales, sumando tren ligero, nueva pista y un tercer terminal.
Con una inversión sin precedentes de 4 mil millones de dólares, el Ministerio de Obras Públicas busca conectar y expandir el principal terminal aéreo de Chile, integrándolo con parques, energías renovables y modernos accesos viales.
Expansión histórica: El plan que transformará el aeropuerto de Santiago
El ambicioso plan de ampliación del aeropuerto AMB fue presentado por el MOP como la mayor transformación en la historia de la aviación civil chilena. La superficie del terminal aumentará de 1.070 a 2.368 hectáreas, permitiendo el salto a una capacidad máxima de 84 millones de pasajeros al año 2050.
Las obras más relevantes incluyen la construcción de una tercera pista que permitirá hasta 125 operaciones aéreas por hora, la creación de un tercer terminal de pasajeros y la posible habilitación de un cuarto en el área de mantenimiento actual, más un nuevo sector logístico para la gestión de carga.
Tres nuevos accesos y tren ligero: integración total con la ciudad
Uno de los ejes más innovadores del proyecto será la conexión directa entre los terminales mediante un tren ligero enlazado a la futura Línea A del Metro de Santiago. Tres nuevos accesos viales mejorarán la conectividad: por El Noviciado (poniente), Lo Boza (norte) y un acceso sur exclusivo para camiones hacia la zona de carga.
Esta integración contempla la reubicación de la aviación civil al sector oriente, mientras que las nuevas dependencias de la Dirección General de Aeronáutica Civil y el área de mantenimiento quedarán en el costado poniente, lo que optimizará el flujo y operación aeroportuaria.
Parque, energías renovables y nueva vida urbana en torno al aeropuerto
El proyecto no solo implica una mejora en infraestructura, sino una transformación urbana. Un cinturón verde de parques, senderos, multicanchas y áreas de juegos infantiles rodeará el recinto, facilitando la integración del aeropuerto con los barrios circundantes.
Además, se contempla la creación de un sector destinado a la generación de energía mediante fuentes renovables no convencionales, reforzando el compromiso con la sustentabilidad y la modernización energética.
Fechas clave y etapas: el cronograma de la mega obra
Según el cronograma oficial, hasta 2030 se desarrollará el diseño y estudio de impacto ambiental, etapa en la que ya está abierta la licitación para la consultoría y anteproyecto referencial. Posteriormente, la ingeniería de detalle y las expropiaciones darán paso al inicio de las obras, que se extenderán entre 2035 y 2050.
Este megaproyecto convertirá a Santiago en un nodo aéreo internacional de primer nivel, mejorando la conectividad, la eficiencia operativa y la calidad de vida urbana en torno al aeropuerto.
