Desde mayo ya rige un reajuste retroactivo, pero en 2026 vendrá otro aumento que beneficiará a millones de trabajadores chilenos.
El nuevo proyecto de ley que ajusta el ingreso mínimo mensual avanza en el Congreso, pero sus montos y fechas de alza ya están acordados entre el Gobierno y la CUT, y afectan directamente a empleados de diferentes rangos etarios. El reajuste también considera incrementos para la Asignación Familiar, Maternal y el Subsidio Familiar.
Aumento retroactivo ya vigente desde mayo
Aunque el proyecto aún está en su etapa final de tramitación legislativa, el ajuste salarial comenzó a regir desde el 1 de mayo de 2025, por lo que los trabajadores verán la diferencia aplicada de forma retroactiva una vez que la ley sea promulgada.
Estos son los montos actuales tras la actualización:
- De $510.636 a $529.000 para trabajadores entre 18 y 65 años.
- De $380.023 a $394.622 para menores de 18 años y mayores de 65.
- De $329.151 a $340.988 para fines no remuneracionales.
Este reajuste ya es un hecho, y su pago retroactivo se aplicará apenas se publique la ley.
Próximo aumento ya tiene fecha en 2026
El acuerdo entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores también establece una nueva alza automática a partir del 1 de enero de 2026, que marcará un nuevo hito en la política salarial del país:
- El sueldo mínimo subirá de $529.000 a $539.000.
- Para menores de 18 y mayores de 65 años, el monto aumentará de $394.622 a $402.082.
- En el caso de fines no remuneracionales, se incrementará de $340.988 a $347.434.
Con este cronograma, el ingreso mínimo en Chile alcanzará su punto más alto desde 2020, superando incluso los aumentos anteriores que llevaron el salario a los $500 mil en 2024.
Reajuste incluye beneficios complementarios
Junto al alza del sueldo base, el proyecto de ley también contempla un reajuste en los valores de la Asignación Familiar, la Asignación Maternal y el Subsidio Familiar, que se actualizan automáticamente en proporción al nuevo ingreso mínimo.
Esto beneficiará a cientos de miles de familias que dependen de estas transferencias monetarias, especialmente en sectores vulnerables donde la inflación ha impactado con fuerza en los últimos años.