La compañía lanzará además un servicio de robotaxis en Austin, marcando un antes y un después en la movilidad urbana.
Tesla anunció la entrega de su primer vehículo completamente autónomo, un Model Y, a un cliente durante junio. Este hito coincide con el lanzamiento de su servicio de robotaxis en Austin, un paso clave que tensiona los límites regulatorios y tecnológicos de la industria automotriz.
Primer auto sin conductor llega a manos de un cliente
El CEO Elon Musk confirmó que el primer Model Y sin conductor será entregado directamente desde la fábrica al cliente, en lo que denominó la «primera autoentrega» de este tipo. Esta acción representa el movimiento más audaz de Tesla en su cruzada por liderar el desarrollo de vehículos autónomos.
La entrega se producirá después de pruebas en vías públicas realizadas durante varios días en Austin sin conductor de seguridad a bordo, algo que va en contra de los estándares que mantienen otras empresas del rubro como Waymo. Musk aseguró que «no hubo incidentes» durante estas pruebas y que el proceso va «un mes adelantado» al cronograma original.
Tesla acelera el debut de su servicio de robotaxi
En paralelo a la entrega del Model Y autónomo, Tesla lanzará el primer servicio de robotaxi de la compañía en Austin el 12 de junio, con una flota inicial de entre 10 y 20 vehículos.
A diferencia de sus competidores, Tesla apunta a operar sin conductores humanos en ningún momento del servicio. Sin embargo, se anticipa que el funcionamiento real dependerá de una teleoperación intensiva, posiblemente con un operador remoto por cada auto.
Esta estrategia de implementación reduce significativamente los costos de personal, aunque plantea dudas sobre la seguridad y la estabilidad del sistema en condiciones imprevistas.
Tensión con autoridades por falta de información y riesgos
La rápida implementación de Tesla ha generado preocupación entre autoridades locales y federales en Estados Unidos. Funcionarios de Austin expresaron a la prensa que carecen de detalles clave sobre cómo operará el servicio, dificultando la preparación de equipos de emergencia y el control del tránsito.
Además, la tecnología de Conducción Autónoma Completa de Tesla aún está bajo investigación de la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras) tras múltiples incidentes previos, incluidos 1.000 accidentes y un retiro masivo de 2 millones de vehículos en diciembre de 2023.
Un riesgo calculado para reflotar las ventas de Tesla
El avance de Tesla en el segmento autónomo llega en un momento complejo. Las ventas globales han disminuido, y la figura de Elon Musk ha enfrentado críticas por sus posturas políticas y fallidas promesas de eficiencia. En este contexto, el robotaxi y los vehículos sin conductor representan una apuesta estratégica para revitalizar el negocio.
La empresa también ha sido beneficiada por cambios regulatorios recientes en EE.UU., que relajaron las exigencias para la prueba de vehículos autónomos, lo que permite a Tesla avanzar más rápido que sus competidores.
Si el modelo resulta exitoso en Austin, Tesla proyecta escalar el servicio a millones de vehículos en todo el país hacia 2026, lo que transformaría radicalmente la forma de desplazarse en las ciudades.