Apenas transpira, se desliza suavemente y responde con paciencia los ataques de rivales a los que dobla en edad. A sus 58 años, la tenimesista chilena Tania Zeng, debutará en los Juegos Olímpicos de París como una de las deportistas más longevas. «Es una locura poder vivir esto a esta edad», dice Zeng, conocida popularmente en Chile como la ‘Tía Tania’, mientras entrena con la selección nacional mixta de tenis de mesa en el Centro de Entrenamiento Olímpico (CEO) de Santiago.
Un ejemplo de resistencia y perseverancia
Ella resiste la arremetida de los jugadores más jóvenes. Golpe a golpe, con paciencia y disciplina, espera la oportunidad de pasar al ataque. Entre saltos, gritos y giros con la paleta, Zeng dice que «olvida» la edad que tiene.
«No muchas personas de la edad de Tania pueden jugar tenis de mesa al nivel que ella juega», destaca Francisco Seijas, entrenador principal del equipo chileno del que la deportista es figura.
Una técnica defensiva que descoloca
A diferencia de la mayoría de sus rivales, Zeng juega a la defensiva, una técnica que aprendió en su niñez en China y que ha descolocado a la mayoría de sus contrincantes. Zeng «es una jugadora que lucha, a la que tienes que ganarle punto a punto y que es muy constante», sostiene Seijas.
Un debut anhelado
Cuando Zeng debute en París, tendrá 58 años y 10 días. A esa edad, podrá cobrarse una revancha tardía. A los nueve años, comenzó a jugar en China y a los 13 ya era profesional. Alcanzó un tercer lugar nacional, pero en la cuna de los mayores exponentes de este deporte, no tuvo la oportunidad de jugar a nivel internacional.
En 1989, a los 22 años, ya sin chances de vivir el deporte competitivo, decidió viajar al otro lado del mundo para enseñar a jugar tenis de mesa. Llegó a la ciudad de Arica, a 2.000 km al norte de Santiago, en la frontera con Perú.
Sin hablar español se encontró con un paisaje desértico que nunca había visto y le llamó la atención el saludo con beso en la mejilla con la que la recibieron los chilenos.
Enseñó poco tiempo. Formó una importadora de productos chinos; se mudó a la vecina ciudad de Iquique -donde aún vive- tuvo dos hijos y se alejó por completo del deporte.
Pasaron 30 años hasta que vino la pandemia. El encierro la motivó a retornar el deporte. Probó con la bicicleta y las pesas hasta que decidió volver sobre un viejo conocido: el tenis de mesa.
«Esto es lo mío», se dijo, cuando se dio cuenta que pese a los años no había perdido la técnica.
En 2022 comenzó a competir en torneos locales. Ganó todas competencias y al año siguiente ingresó a la selección nacional.
Durante los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 vivió su momento estelar. Se hizo conocida y se ganó el corazón del público que la bautizó como ‘Tía’, como se llama a los veteranos en Chile para demostrar cariño, Tania. A nivel de equipo femenino, logró colgarse un bronce.
Cumplir un sueño
Con los hijos grandes, uno abogado y otro ingeniero, Zeng está volcada de lleno al deporte. «Es un cambio grande, porque antes para mí solo era la oficina, mi empresa y la casa», sostiene hoy ubicada en el lugar 147 del ranking mundial.
En París, donde formará parte del puñado de deportistas que superan los 50 años, espera ir paso a paso y entregar lo mejor de sí. Sueña con una medalla, pero entiende que es un desafío difícil.
«Uno sueña, pero tiene que soñar con realidad. Voy a entregar todo lo de mí para ganar uno, dos o tres partidos. Y eso será ganar mucho«, afirma.
Zeng viajará a París junto a Arturo, su pareja, y espera disfrutar de una experiencia que muy pocos deportistas de su edad pueden vivir: «Es un sueño de chica que ahora recién a esta altura logré cumplir», asegura, para demostrar que nunca es tarde para volver a empezar.
