Un controvertido tratamiento experimental, promovido por las compañías ExThera Medical y Quadrant Management, ha generado conmoción tras conocerse que seis de los veinte pacientes que se sometieron al procedimiento han fallecido.
Filtro sanguíneo sin evidencia científica
Según informó The New York Times, ExThera Medical aseguraba que su producto, el “Seraph 100 Microbind Affinity Blood Filter”, tenía la capacidad de eliminar células tumorales de la sangre, evitando así la metástasis. Sin embargo, no existen estudios científicos que respalden su eficacia en el tratamiento del cáncer.
El procedimiento se llevó a cabo en una clínica en Antigua, donde Quadrant Management cobraba 45.000 dólares por cada ciclo y desaconsejaba a los pacientes continuar con quimioterapia entre sesiones.
Evadiendo regulaciones y advertencias
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) había aprobado el uso del filtro sanguíneo solo para emergencias de COVID-19 y, en 2024, permitió su ensayo en cinco pacientes con cáncer de páncreas en Oklahoma, como parte de una fase inicial de estudio clínico.
No obstante, ExThera y Quadrant evitaron regulaciones al operar en Antigua, fuera de la jurisdicción de la FDA, permitiendo la implementación de un tratamiento que no contaba con autorización oficial.
Denuncias internas y condiciones alarmantes
Jonathan Chow, director de asuntos médicos de ExThera, advirtió sobre las graves implicancias éticas del tratamiento en Antigua. En febrero de 2024, tras visitar la clínica, informó a la empresa que había presenciado pacientes sangrando por las heridas del catéter y gritando de dolor.
A pesar de sus advertencias, ExThera ignoró las solicitudes de detener el tratamiento. Hasta la fecha, no hay evidencia científica que avale la efectividad de este procedimiento, lo que ha generado preocupación sobre la falta de regulación y supervisión en el uso de terapias experimentales.