El gobierno de Donald Trump dio un giro en su política comercial al anunciar la exclusión de aranceles para productos electrónicos como teléfonos inteligentes, computadores y componentes tecnológicos, medida que busca contener el impacto en los precios para los consumidores estadounidenses.
La decisión fue comunicada la noche del viernes por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, y forma parte de una serie de ajustes a la política arancelaria vigente, que incluye una fuerte carga impositiva del 145% promedio sobre importaciones procedentes de China.
Menor impacto para productos tecnológicos
La exención de aranceles abarca artículos de alto consumo como smartphones y laptops, así como diversos componentes electrónicos que forman parte esencial de la cadena de producción tecnológica global. Esta decisión reduce el alcance de los aranceles del 10% anunciados previamente por Trump, y atenúa los efectos de la tasa adicional aplicada a las importaciones chinas.
Justificación y contexto de la medida
El presidente Trump ha argumentado que las medidas comerciales responden a la necesidad de enfrentar prácticas desleales de China, a las que ha responsabilizado de dañar la industria estadounidense. Adicionalmente, ha vinculado la imposición de aranceles con el rol de China en el tráfico de fentanilo, droga que ha provocado centenares de miles de muertes en Estados Unidos en las últimas décadas.
Desde esta semana, los productos provenientes del país asiático pagan un promedio del 145% de aranceles, como parte de una escalada en la guerra comercial que ha generado repercusiones a nivel global.
La exención para dispositivos tecnológicos busca mitigar el impacto directo sobre los consumidores y preservar el acceso a bienes considerados esenciales en la vida cotidiana y en sectores clave como el de las telecomunicaciones, la informática y la educación.