La violencia vicaria es una forma de violencia contra las mujeres en la que se utiliza a los hijos e hijas para causar daño a la madre. Esto puede involucrar desde la violencia económica con el no pago de la pensión de alimentos, hasta el asesinato, que es la forma más extrema y grave de esta violencia.
¿En qué consiste la violencia vicaria?
La violencia vicaria se define como aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Es una forma de violencia que se dirige indirectamente a la víctima principal, que suele ser la mujer. El objetivo es causar daño a ella, pero este se ejecuta a través de terceros, quienes actúan como intermediarios.
María Belén Ferreira Brisso, abogada especialista en derecho de familia y violencia hacia la mujer, explica que este tipo de abuso puede manifestarse de diversas maneras, por lo que la intervención temprana es fundamental para proteger a las posibles víctimas.
¿Cómo reconocer la violencia vicaria?
- Amenazar con quitar el cuidado de los hijos
- Realizar denuncias falsas para quitar el cuidado o ejercer violencia judicial
- Utilizar los espacios de régimen de visitas para insultar a la madre, humillarla o amenazarla
- Interrumpir o incumplir con tratamientos médicos de los hijos
- Utilizar el régimen de visitas para exponer a los hijos a situaciones de riesgo
- Impedir contacto con la madre durante el régimen de visitas
- Hablar mal de la madre con los hijos
- Incumplir con el pago de la pensión, retardarla, pagarla incompleta o no pagar
- Amenazar con matar a los hijos
- Asesinato: este es el escalofriante extremo de la violencia vicaria, donde el agresor, en un acto de máxima crueldad, llega a privar de la vida a los hijos como forma de dañar y controlar a la madre.
Asesoría y apoyo ante la violencia vicaria: ¿Qué se puede hacer?
Es fundamental conocer y entender las soluciones disponibles para proteger a las víctimas y sus familias. «Denunciar la violencia es un paso crucial; este tipo de maltrato puede ser denunciado bajo la figura de violencia intrafamiliar, donde es necesario acreditar el daño sufrido. Por lo que contar con una representación legal competente que pueda comunicar eficazmente al Tribunal la naturaleza y el impacto de esta violencia es clave», afirma Ferreira.
Además, una medida protectora importante es la modificación o suspensión del régimen de visitas. Esta acción busca salvaguardar el bienestar de los hijos e hijas y debe ser cuidadosamente evaluada y ejecutada por un abogado especializado en este ámbito. En ambos casos, el asesoramiento y apoyo de profesionales expertos en violencia vicaria son importantes para garantizar una respuesta adecuada y efectiva.
Finalmente, la fundadora del estudio jurídico Mater Juris señala que abordar la violencia vicaria requiere un enfoque multifacético y personalizado. Es crucial que las víctimas reconozcan la violencia que viven junto a sus hijos, ya que este es el primer paso para tomar medidas efectivas. La búsqueda de asesoría legal es relevante, incluso si aún no se ha iniciado un proceso judicial, para estar mejor preparados y conocer los derechos y opciones disponibles. Además, el apoyo psicológico desempeña un papel fundamental, proporcionando las herramientas necesarias para manejar el trauma y fortalecer la resilencia.
La abogada María Belén Ferreira Brisso, indica que cada caso de violencia vicaria es único y, por lo tanto, requiere de una asesoría personalizada que se adapte a las circunstancias específicas de cada familia. Solo así se puede garantizar un abordaje integral y efectivo que proteja y promueva el bienestar de todas las partes involucradas.