A fines de octubre del año pasado, el locutor y animador Willy Sabor fue víctima de una violenta encerrona, donde además de sufrir el robo de su vehículo, fue agredido por los delincuentes. Aunque el automóvil fue recuperado posteriormente por Carabineros, el episodio dejó profundas secuelas emocionales en el comunicador, quien ha debido asistir a terapia psicológica para procesar lo vivido.
La recuperación del vehículo
Tras semanas de búsqueda, Carabineros notificó a Willy sobre la recuperación de su auto. Sin embargo, el animador describe el momento como una experiencia agridulce. «Sentí una alegría extraña, porque me hizo recordar el momento que fue súper violento», comentó en entrevista con Las Últimas Noticias.
El locutor recordó los daños que los delincuentes provocaron en el vehículo durante el robo: «Ellos empezaron a pegarle combos y con martillos al auto. Vi cuando hicieron polvo una puerta. Entonces, me imaginé que el vehículo debía estar muy golpeado».
Decisión de vender el auto
A pesar de recuperar el automóvil, Willy Sabor manifestó su decisión de no conservarlo: «Lo voy a arreglar para venderlo. No quiero volver a manejar ese auto. Es raro. Como que ya está yeta. Es como recordar todo el rato lo mismo».
Las secuelas emocionales
El impacto de la encerrona ha afectado significativamente la tranquilidad de Willy en su vida cotidiana. «El otro día iba por Lonquén y frenó un camión delante mío. Me salí de la pista y me fui contra el tránsito, automáticamente, como arrancando. Es complejo, porque uno siente que en cualquier minuto te van a hacer la encerrona de nuevo», confesó.
El animador añadió que esta sensación de inseguridad es recurrente: «Hay días que andas más relajado, pero siempre vuelve». Actualmente, continúa trabajando en superar las secuelas emocionales de este violento episodio.