Un reciente estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society plantea una teoría que podría reescribir parte de la historia evolutiva del planeta: explosiones de supernovas cercanas podrían estar vinculadas a dos de las cinco grandes extinciones masivas que ha sufrido la Tierra.
Según los investigadores, al menos una o dos supernovas pudieron haber ocurrido lo suficientemente cerca del planeta en los últimos 500 millones de años, coincidiendo con las extinciones ocurridas en el Devónico tardío (hace 372 millones de años) y en el Ordovícico tardío (hace 445 millones de años).
Radiación estelar y sus efectos devastadores
La hipótesis se basa en el impacto que una supernova podría tener sobre la capa de ozono, debilitándola o eliminándola por completo, lo que expondría a los organismos terrestres y marinos a niveles extremos de radiación ultravioleta.
«Si una supernova ocurre demasiado cerca, puede tener efectos devastadores», explicó Alexis Quintana, autor principal del estudio. En el caso del Ordovícico, el fenómeno podría haber incluso detonado una glaciación masiva, responsable de la desaparición del 85% de las especies marinas.
Aún faltan pruebas directas
Pese a lo impactante de la teoría, los científicos subrayan que no hay evidencia concluyente. El paleontólogo Mike Benton, de la Universidad de Bristol, destacó que se requieren marcadores específicos como el hierro-60, un isótopo radiactivo generado por supernovas, en capas de sedimento para poder sostener la hipótesis con mayor solidez.
Comparación con la extinción de los dinosaurios
En contraste, la teoría del impacto de un asteroide como causa de la extinción de los dinosaurios cuenta con evidencias concretas, como la presencia de iridio en sedimentos geológicos.
El investigador Paul Wignall, experto en paleoambientes, fue cauto: «Las extinciones masivas suelen tener causas múltiples. Es difícil ver cómo una supernova encajaría como único detonante».
Un nuevo enfoque en la investigación de eventos catastróficos
Aunque el estudio no ofrece conclusiones definitivas, sí propone una nueva línea de investigación sobre el impacto de eventos cósmicos en la biodiversidad terrestre. El objetivo de los autores es visibilizar la posible influencia astronómica en la historia de la vida, ampliando el enfoque más allá de las causas terrestres tradicionales.