Mantener un estilo de vida saludable no solo influye en el estado físico, sino también en la salud cognitiva a largo plazo. Aunque ciertas rutinas como alimentarse bien, ejercitarse y dormir adecuadamente favorecen el bienestar mental, existen hábitos cotidianos que pueden deteriorar la función cerebral si se practican con frecuencia.
Diversos estudios médicos, recopilados por medios especializados como Infobae, advierten que algunas conductas habituales pueden afectar la memoria, reducir la materia gris del cerebro y aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
1. Dormir menos de lo necesario
La privación crónica del sueño se asocia con mayor riesgo de demencia y un envejecimiento prematuro del cerebro. Según la Clínica Mayo, los adultos deben dormir al menos siete horas por noche.
Instituciones como Harvard Health han alertado que no alcanzar este mínimo de forma constante afecta la consolidación de la memoria y otras funciones cognitivas esenciales.
2. Alimentarse con comida ultraprocesada
El consumo regular de alimentos como hamburguesas, frituras o bebidas azucaradas puede tener consecuencias más allá del aumento de peso. De acuerdo con WebMD, estas comidas están vinculadas a una reducción en el volumen cerebral, especialmente en zonas asociadas al aprendizaje y la memoria.
Además, los compuestos presentes en la comida rápida afectan el metabolismo cerebral, contribuyendo al deterioro de la salud mental y emocional.
3. Escuchar música a volumen elevado
Exponer los oídos a niveles de volumen altos por periodos prolongados puede provocar pérdida auditiva, lo que obliga al cerebro a reorganizar recursos para procesar los sonidos, restando capacidad a otras funciones como la memoria.
Se recomienda no superar el 60% del volumen máximo de los dispositivos de audio y limitar el tiempo de exposición diaria, según el medio citado.
4. Vida sedentaria
El sedentarismo es otro factor que impacta negativamente en el cerebro. Una investigación publicada en PLOS One en 2018, respaldada por Harvard Health, encontró que la inactividad física se relaciona con el adelgazamiento del lóbulo temporal medial (LTM), una región crítica para la memoria.
Esta disminución podría ser un síntoma temprano de deterioro cognitivo y demencia, según los expertos.
5. Aislamiento social
La falta de interacción social puede reducir la cantidad de materia gris cerebral, esencial para el procesamiento de información. Un estudio del The Journals of Gerontology: Series B concluyó que las personas con menor actividad social experimentan una mayor pérdida estructural en el cerebro.
Además, Harvard Health ha vinculado la soledad con un mayor riesgo de depresión y Alzheimer, reforzando la importancia de mantener lazos sociales activos para preservar la salud mental.