La palta es un alimento esencial en la dieta de los chilenos, pero una de sus principales dificultades es que se oxida rápidamente, adquiriendo un color oscuro poco apetecible. Para evitarlo, existen algunos métodos sencillos que permiten conservar su frescura por más tiempo.
1. Guardarla en un recipiente hermético
El ennegrecimiento de la palta ocurre cuando su pulpa entra en contacto con el oxígeno. Para reducir esta exposición, es recomendable colocarla en un recipiente hermético o envolverla en papel alusa, lo que ayuda a ralentizar el proceso de oxidación.
2. Echarle jugo de limón
El ácido cítrico del limón actúa como antioxidante natural, por lo que rociar unas gotas sobre la palta antes de guardarla puede prevenir su cambio de color. Este método también es útil para conservar el guacamole.
3. Dejarle el cuesco
Si solo se utilizará la mitad de una palta, es recomendable guardar la otra mitad con el cuesco intacto. Esto crea una barrera protectora en su interior, minimizando la oxidación y ayudando a conservar su color y textura por más tiempo.
Aplicando estos trucos, es posible mantener la palta fresca por más días y seguir disfrutando de su sabor y propiedades nutricionales.