Importancia de una temperatura adecuada al dormir
Con la llegada del invierno y la disminución de las temperaturas nocturnas, resulta esencial mantener una temperatura confortable durante el descanso para favorecer un sueño reparador.
De acuerdo con Emma Merrit, especialista en ciencias del sueño, la temperatura ideal en una habitación para dormir adecuadamente ronda los 18 °C. No obstante, dado que no siempre es posible controlar la temperatura ambiental, una alternativa eficaz consiste en adaptar tanto la ropa de cama como el pijama.
Elección del pijama para el invierno
Se aconseja utilizar pijamas elaborados con telas naturales y que permitan la transpiración, como el algodón. Merrit destaca que “es fundamental optar por pijamas completos, es decir, con pantalón y polera, para conservar el calor corporal, especialmente en hogares con temperaturas más bajas o escasa calefacción”.
Cómo hacer la cama para conservar el calor
El principio de las capas
Una cama bien preparada para el invierno debe seguir el mismo principio que se aplica al vestirse en esta estación: superponer capas. Según explica Merrit, esta estrategia favorece una mejor regulación térmica, ya que la temperatura corporal central desciende progresivamente durante la noche, alcanzando su punto más bajo entre las 3 y 4 de la madrugada.
Orden recomendado para vestir la cama
- Cubrecolchón: Ayuda a conservar el colchón, reduce la humedad y mejora la sensación térmica general.
- Calientacamas (opcional): Ofrece calor constante de forma artificial y resulta útil para quienes requieren una fuente adicional de calor.
- Sábanas: Constituyen la primera barrera contra el frío. Las de mayor cantidad de hilos retienen mejor el calor, especialmente si son de algodón o lino. Para quienes son más sensibles al frío, las sábanas de franela representan una alternativa recomendable.
- Frazada de polar: Este material permite aislar el frío del ambiente exterior y mantener el calor sin generar una sensación de peso excesiva.
- Plumón o cubrecamas: Se recomienda que esta última capa sea de plumas o fibras sintéticas. En ausencia de un plumón, es posible añadir más frazadas o utilizar otras de mayor espesor.