Las sábanas deben lavarse idealmente una vez por semana, según indicó el especialista en descanso Luis Domenech, quien advierte sobre los riesgos de mantenerlas sucias por más tiempo.

Domenech, fundador de la tienda Dormitorum, explicó a La Razón que las sábanas acumulan sudor, células muertas, polvo y restos cosméticos tras estar en contacto con el cuerpo durante aproximadamente ocho horas diarias. Esto genera un ambiente propicio para la proliferación de ácaros, bacterias y hongos.
Casos que requieren mayor frecuencia
El experto señaló que existen situaciones en las que es necesario aumentar la frecuencia del lavado. Si una persona está enferma, las sábanas deben cambiarse cada 2 o 3 días para evitar que virus y bacterias afecten la recuperación.
En climas calurosos o húmedos, o durante el verano, se recomienda lavarlas cada 3 o 4 días debido a la acumulación rápida de sudor. Cuando se duerme con mascotas, lo ideal es cambiarlas cada 5 a 7 días, ya que el pelo y la suciedad pueden comprometer la higiene del lugar de descanso.
Para personas con alergias o asma, la frecuencia debe ser de dos veces por semana, con el objetivo de reducir al mínimo la exposición a alérgenos.
Recomendaciones para un lavado adecuado
Domenech también brindó sugerencias para preservar la calidad de las sábanas. Se debe separar por colores y materiales, usar ciclos suaves para tejidos delicados y lavar con agua caliente (60 °C o más) si se busca eliminar bacterias, especialmente en casos de enfermedad.
Para prendas de color o tejidos delicados, se aconseja agua templada (40–50 °C), mientras que el agua fría debe reservarse para materiales como seda o bambú. El secado debe hacerse a temperatura baja o media para evitar el encogimiento o deterioro.
Por último, se sugiere guardar las sábanas en un lugar seco y ventilado, además de alternar entre distintos juegos para prolongar su vida útil.