El método de cocción del huevo influye directamente en su contenido nutricional. Un estudio realizado por investigadores italianos identificó la técnica ideal para cocinar huevos duros y maximizar sus beneficios.
Cocción periódica: el método óptimo para cocinar un huevo
Según el estudio, la mejor manera de preparar un huevo duro es mediante la «cocción periódica», una técnica que permite que tanto la clara como la yema alcancen su punto óptimo sin comprometer sabor ni seguridad alimentaria.
Esta técnica consiste en alternar el huevo entre dos temperaturas de cocción:
- Colocar el huevo en agua hirviendo (100 °C) por dos minutos.
- Transferirlo a un cuenco con agua tibia (30 °C) por otros dos minutos.
- Repetir este proceso por un total de 32 minutos.
Este método permite que la yema y la clara se cocinen de manera uniforme, optimizando la textura y los nutrientes del huevo.
Beneficios de la cocción periódica
Los investigadores descubrieron que los huevos cocidos con este método contienen mayor cantidad de polifenoles, compuestos macronutrientes que aportan importantes beneficios para la salud.
Además, esta técnica de cocción no solo preserva mejor los nutrientes, sino que también abre posibilidades para nuevas aplicaciones culinarias y el tratamiento de materiales innovadores.