¿Por qué es habitual lavar el arroz en diferentes culturas?
Enjuagar los granos de arroz antes de cocinarlos es una práctica frecuente en muchas gastronomías asiáticas, como la japonesa, coreana e india. Si bien algunos consideran esta práctica como un paso cultural, también hay razones importantes relacionadas con la calidad y seguridad alimentaria para hacerlo parte de tu rutina culinaria.
Principales razones para lavar el arroz antes de cocinarlo
Textura ideal: Menos almidón, granos más sueltos

Uno de los motivos principales por los que expertos culinarios recomiendan lavar el arroz es para reducir la cantidad de almidón superficial presente en los granos. Cuando eliminas ese exceso de almidón, obtienes una textura más ligera, con granos sueltos y esponjosos, evitando que el arroz quede pegajoso o demasiado compacto.
Según Matt Slem, científico culinario especializado en arroz, lavar este alimento permite lograr una textura óptima, con granos separados y más agradables al paladar.
Eliminación de impurezas y contaminantes
Otra razón clave para enjuagar el arroz es la eliminación de contaminantes que suelen venir en las bolsas, tales como polvo, insectos o incluso metales pesados. Estudios realizados en 2018 demostraron que el lavado previo al cocinado reduce significativamente la presencia de metales pesados, beneficiando directamente la salud de quienes lo consumen.
Cómo lavar el arroz correctamente
El proceso más habitual consiste en lavar los granos con agua fría repetidamente hasta que esta salga completamente transparente. Puedes hacerlo:
- Usando un colador bajo agua corriente durante varios minutos.
- Remojando y removiendo suavemente el arroz en un recipiente o en la olla en que lo cocinarás.
Sin embargo, la Organización de Alimentos y Agricultura de Estados Unidos advierte que el lavado tradicional podría eliminar algunos nutrientes importantes presentes en los granos.
Un método alternativo para reducir arsénico sin perder nutrientes
El científico Manoj Menon, experto en medioambiente y suelos de la Universidad de Sheffield, propone un método alternativo que permite reducir significativamente la presencia del tóxico arsénico, minimizando a la vez la pérdida de nutrientes:
- Hierve en una olla 4 tazas de agua por cada taza de arroz.
- Mantén el hervor durante 5 minutos.
- Escurre el agua utilizando un colador.
- Vuelve a colocar el arroz en la olla, agregando 2 tazas de agua fresca.
- Cocina a fuego medio, con la olla tapada, hasta que el agua sea completamente absorbida.
Este procedimiento logra un equilibrio entre seguridad alimentaria y conservación de nutrientes esenciales, según destaca Menon en sus estudios.
Diferencias culturales en el lavado del arroz
Es interesante notar que, mientras en preparaciones asiáticas como el sushi el lavado previo es fundamental para obtener un arroz perfecto, en recetas típicas chilenas —como el arroz graneado— se opta generalmente por no lavar el arroz, sino más bien por saltear los granos secos directamente antes de su cocción.
Esto refleja cómo las tradiciones culinarias pueden variar ampliamente dependiendo de las texturas y sabores que se busquen lograr en cada plato.