La renuncia silenciosa se resume en algo muy simple: “trabajar para vivir y no vivir para trabajar”. Esto es impulsado principalmente por las nuevas generaciones que buscan tener la posibilidad de combinar el trabajo, la vida y el dinero que reciben de manera más sana. Priorizando la vida personal por sobre la laboral.
¿Dónde nace la renuncia silenciosa?
En Estados Unidos aparece el término de “Renuncia Silenciosa” tras el fenómeno en el cual las personas empiezan a poner límites en el trabajo. Y se busca realizar las funciones específicas para las que la persona fue contratada.
Según nuestra Gerenta de Desarrollo Organizacional, Lissette Provoste “este fenómeno está en evolución y no se trata de una renuncia real. Pero tanto el exceso de trabajo, como la pérdida de límites, llevan a las personas a un agotamiento que, al aumentar, provoca que se desconecten del trabajo y de sus funciones, lo que finalmente lleva a que sí renuncien”.
¿Hay algún ejemplo de la renuncia silenciosa?
¡Obvio! El ejemplo más claro es: Si el horario de salida es a las 18:00 hrs. La organización debe respetarlo. Porque si constantemente como empresa, no se baja la carga laboral y se produce un exceso de la jornada. Las personas pasan más tiempo trabajando. Y se genera que un colaborador esté más cansado y no tenga tiempo para su vida familiar y recreacional.
¿Qué pasa en Chile?
Tras la pandemia, todos reordenamos nuestras prioridades, por lo tanto, ya no es aceptable vivir con estrés laboral o sobre exigencia. Ahora, queremos disfrutar de una cultura laboral que promueva la inclusión, el crecimiento y la valoración.
En el portal Trabajando.com han hecho una encuesta donde preguntaron ¿cuál de esto puntos consideras más importante que una empresa ofrezca a su trabajadores” y pudieron ver que:
- Un 45% quiere oportunidades de crecimiento
- 35% remuneraciones acorde al mercado
- 17% trabajo remoto o híbrido
- 2% más días de vacaciones.
En base a esto, Lissette dice que “las nuevas generaciones buscan no sobreexigirse y tener la posibilidad de combinar el trabajo, la vida y el dinero que reciben por ello. Aquí es donde las organizaciones deben estar a la altura de los tiempos. Para evitar la alta rotación, porque cuando los más jóvenes comienzan a sentirse abrumados por la carga laboral, o poco valorados, se desconectan o efectivamente, renuncian”.
¿Cómo se puede reducir la renuncia silenciosa?
Día libre de cumpleaños
Permisos para asistir a eventos escolares de los hijos
Días administrativos
Pago de horas extras por trabajos anexos
Acceso a formación y crecimiento.
Lo importante y que debemos tener en claro es que: Ya no trabajamos solo por el sueldo. Sino que el lugar de trabajo debe ser un componente más de nuestra vida, que respete e integre los otros espacios.