Con la llegada del otoño y el invierno, las enfermedades respiratorias se vuelven más comunes, y uno de los síntomas más molestos —y persistentes— es el dolor de garganta. Frente a esta molestia, la medicina natural ofrece alternativas confiables y efectivas, siendo el té de manzanilla uno de los remedios caseros más recomendados por sus múltiples propiedades terapéuticas.
Propiedades medicinales de la manzanilla: alivio natural para la garganta
El té de manzanilla, preparado con las flores de Matricaria chamomilla, ha sido utilizado durante siglos por sus efectos antiinflamatorios, calmantes y sedantes. Su composición incluye flavonoides y aceites esenciales, que aportan beneficios concretos en cuadros respiratorios leves.
En particular, los flavonoides ayudan a reducir la inflamación de las mucosas, lo que se traduce en un alivio del dolor, ardor e irritación de garganta, propios de afecciones como el resfriado común o la rinofaringitis.
Además, sus efectos relajantes promueven un mejor descanso, lo que facilita la recuperación general del organismo durante procesos infecciosos.
¿Cómo se prepara un buen té de manzanilla?
Preparar esta infusión en casa es sencillo y económico. Según lo detallado por Infobae, el proceso adecuado para liberar sus propiedades es el siguiente:
- Hervir agua hasta el punto de ebullición.
- Agregar una cucharada de flores secas de manzanilla por taza.
- Verter el agua caliente sobre las flores y dejar reposar entre 5 y 10 minutos.
- Colar la infusión para retirar los restos de flores.
- De forma opcional, añadir una cucharadita de miel para mejorar el sabor y potenciar su efecto calmante.
Se puede consumir hasta dos o tres veces al día, especialmente antes de dormir, para maximizar sus beneficios en caso de dolor de garganta.
Precauciones: ¿Quiénes deberían evitar la manzanilla?
Aunque es una infusión natural y en general segura, existen ciertos grupos que deben evitar o moderar su consumo, según detalla Medical News Today:
- Personas alérgicas a plantas de la familia Asteraceae (como margaritas, crisantemos o caléndulas), ya que la manzanilla podría provocar reacciones alérgicas.
- Usuarios de medicamentos anticoagulantes como la warfarina (Coumadin), ya que la manzanilla puede interferir con sus efectos.
- Mujeres embarazadas, por el riesgo potencial de aborto espontáneo o parto prematuro.
- Bebés y niños muy pequeños, quienes no deberían consumir esta infusión por el riesgo de botulismo y reacciones adversas.
Ante cualquier duda sobre su uso, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de incorporar la manzanilla como tratamiento complementario.