Un inusual cruce diplomático entre Estados Unidos y Francia ha surgido luego de que el eurodiputado francés Raphael Glucksmann solicitara públicamente la devolución de la Estatua de la Libertad, argumentando que su significado simbólico se ha desvirtuado bajo la administración estadounidense actual.
La Casa Blanca no tardó en responder con un tono tajante, afirmando que Francia debería estar agradecida con Estados Unidos, ya que sin su intervención en la Segunda Guerra Mundial, el país galo podría estar hablando alemán en la actualidad.
La petición de Francia: «Devuélvannos la Estatua de la Libertad»
El domingo, Raphael Glucksmann, eurodiputado socialdemócrata y crítico de Donald Trump, exigió que Estados Unidos devuelva la Estatua de la Libertad al pueblo francés, alegando que el país norteamericano ha traicionado los valores de libertad y democracia.
«Vamos a decirles a los estadounidenses que han optado por inclinarse por los tiranos, a los estadounidenses que despiden a investigadores por dar muestras de libertad científica: ‘Devuélvannos la Estatua de la Libertad. Se la regalamos, pero al parecer la desprecian'».
Las declaraciones fueron respaldadas por su partido, Place Publique, que ironizó sobre la reacción estadounidense, afirmando en redes sociales que los seguidores de Trump parecen haber perdido el sentido del humor.
La respuesta de la Casa Blanca: «Deberían estar agradecidos»
Las palabras del eurodiputado no pasaron desapercibidas en Washington. Este lunes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, desestimó la solicitud de Glucksmann con una declaración contundente:
«Mi consejo a ese político francés anónimo y de bajo nivel sería recordarle que es solo gracias a Estados Unidos de América que los franceses no hablan alemán en este momento, por lo que deberían estar muy agradecidos a nuestro gran país».
Las declaraciones han generado un amplio debate en redes sociales y medios internacionales, avivando las tensiones entre sectores políticos de ambos países.
La historia detrás del regalo de la Estatua de la Libertad
La Estatua de la Libertad fue un regalo de Francia a Estados Unidos, como símbolo de amistad y libertad, en conmemoración del centenario de la independencia estadounidense. La entrega oficial se realizó el 4 de julio de 1884, y la obra fue diseñada por el escultor Auguste Bartholdi, con la colaboración del ingeniero Gustave Eiffel.
Desde entonces, la estatua se ha convertido en uno de los símbolos más icónicos de Estados Unidos, representando la libertad y la democracia a nivel mundial. Sin embargo, este reciente enfrentamiento ha puesto en debate su verdadero significado en el contexto político actual.
¿Cómo seguirá esta controversia?
Si bien la solicitud de Raphael Glucksmann parece más un acto simbólico que una exigencia real, la respuesta de la Casa Blanca ha escalado la discusión a un nivel diplomático. Se espera que en los próximos días Francia y Estados Unidos sigan intercambiando declaraciones sobre este tema, que ha captado la atención de la opinión pública internacional.