Jonathan Aravena, conocido patinador y cantante chileno, falleció después de ser atropellado por un conductor que se dio a la fuga en California, Estados Unidos. El trágico accidente ocurrió el viernes 20 de septiembre mientras Jonathan se dirigía en patines hacia su trabajo en Los Angeles. A las 20:38 horas, fue impactado por una camioneta Dodge Durango que posteriormente huyó del lugar.
Llamó a su hermano y le contestó la detective para darle las condolencias
La hermana de Jonathan, Catalina Aravena González, recibió una llamada de un amigo de su hermano quien le informó sobre el accidente y su muerte. Sin embargo, en un primer momento ella no creyó la noticia. Preocupada, decidió llamar a Jonathan, pero fue la voz de una mujer, la detective a cargo del caso, quien contestó el teléfono. La detective le expresó sus condolencias y le informó que aún no habían logrado contactar a ningún miembro de la familia.
El responsable de su muerte ya fue arrestado
El responsable del atropello fue arrestado posteriormente, lo que trae un poco de alivio a la familia de Jonathan. Ahora, el siguiente paso es repatriar su cuerpo a Chile, pero el proceso resulta costoso. Ante esta situación, la familia decidió crear una cuenta en la plataforma GoFundMe con el fin de recaudar los fondos necesarios para cubrir los gastos y traer de vuelta a Jonathan a su país natal.
Salió de Chile hace un año con una pequeña maleta y sus patines
Hace aproximadamente un año, Jonathan tomó la decisión de dejar Chile para buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos. Salió del país solo con una pequeña maleta y sus patines, portando consigo grandes sueños por cumplir. Su partida fue despedida por sus cinco hermanos y familiares en el aeropuerto. Sin embargo, nadie imaginó que aquel día sería el último en el que se verían y se darían el último abrazo.
Jonathan llegó a Indianápolis antes de establecerse en California. Durante su estancia en Estados Unidos, buscó triunfar en su carrera musical y a la vez se ganaba la vida como entrenador de patinadores. Precisamente, la noche de su trágica muerte se dirigía hacia el Friday Night Skate de Santa Mónica, donde tenía planeado participar en una presentación con su patinaje.