Cada 11 de marzo se celebra el Día Mundial de la Siesta, una fecha que pone en valor los múltiples beneficios de este breve descanso, especialmente para quienes buscan recuperar energías durante la jornada. Aunque dormir durante el día puede parecer un lujo, estudios científicos han demostrado que una siesta bien dosificada puede ser clave para mejorar la productividad, concentración y bienestar general.
¿Por qué tomar una siesta?
Según un informe de la Sleep Foundation de Estados Unidos, las siestas:
- Contrarrestan la fatiga diurna.
- Mejoran la capacidad de concentración y ejecución de tareas complejas.
- Son especialmente útiles para personas con turnos laborales intensos, como médicos, enfermeros, pilotos y trabajadores por turnos.
Además, las siestas adecuadas mejoran el estado de ánimo, aumentan el rendimiento cognitivo y ayudan a mantener el equilibrio emocional durante el día.
¿Cuál es la duración ideal de una siesta?
No todas las siestas ofrecen los mismos beneficios. Diversos estudios, incluidos los realizados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la NASA, sugieren que la duración de la siesta es crucial para obtener el máximo provecho sin afectar el sueño nocturno.
Estas son las recomendaciones según la duración:
Siesta corta (15 a 30 minutos)
- Beneficios:
- Aumenta la alerta y atención.
- Mejora el estado de ánimo.
- Ideal para: una pausa breve sin interferir con el sueño nocturno.
- Evita: caer en sueño profundo, lo que puede provocar aturdimiento al despertar.
Siesta intermedia (40 a 60 minutos)
- Advertencias:
- Puede inducir un sueño profundo, lo que dificulta despertarse y puede generar somnolencia residual.
- Menos recomendable si no tienes tiempo para completar un ciclo de sueño completo.
Siesta larga (90 minutos)
- Beneficios:
- Completa un ciclo completo de sueño, incluyendo la fase REM.
- Mejora la memoria y procesamiento emocional.
- Ideal para: días de mucho agotamiento o falta de sueño acumulado.
El dato de la NASA: ¿La siesta perfecta?
Un estudio conjunto de la NASA y la Junta de Seguridad en el Transporte de EE.UU. concluyó que una siesta de 26 minutos:
- Mejora el rendimiento en un 34%.
- Aumenta el estado de alerta en un 54%. Esto la convierte en una de las duraciones ideales para obtener beneficios concretos sin afectar la noche.
¿Cuál es el mejor momento para tomar una siesta?
Los expertos recomiendan realizar la siesta entre las 13:00 y 15:00 horas, ya que:
- Coincide con el descenso natural de energía tras el almuerzo.
- Evita interferencias con el sueño nocturno.
Además, es importante asegurarse de que la siesta se tome al menos ocho horas antes de dormir por la noche, para no afectar el ciclo circadiano.
Claves para una siesta efectiva:
- Lugar tranquilo y oscuro, preferiblemente libre de interrupciones.
- Postura cómoda (preferiblemente acostado o semisentado).
- Alarma o temporizador para no extender la siesta más de lo necesario.
- Evitar tomarlas muy tarde en la tarde para no perjudicar el sueño nocturno.