Con la llegada de la primavera, muchas personas comienzan a sufrir congestión y malestares nasales que pueden confundirse con un resfrío común. Sin embargo, se trata de condiciones distintas que requieren tratamientos diferentes, por lo que especialistas entregan claves para distinguir una rinitis alérgica y evitar complicaciones mayores.
El Dr. Cristóbal Langdon, especialista en otorrinolaringología y director médico de Speaknosis, advierte que «la rinitis alérgica no es solo un resfrío pasajero, puede provocar obstrucción nasal, estornudos, picazón y pérdida del olfato, afectando la calidad de vida de las personas y derivando en complicaciones como reagudización de asma, sinusitis u otitis«.
Para aclarar las dudas, el médico familiar y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, Dr. Andrés Glasinovic, explicó una serie de claves para identificar cada cuadro.
¿Alergia o resfrío? Así puedes diferenciarlos
Alergia
Según el Dr. Glasinovic, la rinitis alérgica es una reacción del sistema inmunitario a sustancias como el polen, el polvo o el pelo de mascotas. Es fundamental entender que no es contagiosa. Sus síntomas predominantes son la picazón, los estornudos y una secreción nasal transparente y líquida. A diferencia de un resfrío, no genera malestares corporales.
En cuanto a su duración, esta persiste mientras la persona esté expuesta al alérgeno. Por ejemplo, puede extenderse por semanas durante la primavera debido al polen, o incluso durar todo el año si la causa son los ácaros del polvo.
Resfrío
Por otro lado, el experto señala que el resfrío es una infección viral leve que se contagia por el aire o por contacto directo.
Sus síntomas incluyen congestión y estornudos, pero a menudo se suman dolor de garganta, tos, malestar general y/o disfonía. Una de las diferencias más claras es que la secreción nasal es más espesa y de color amarillo.
La duración de un resfrío es limitada, generalmente de 5 a 10 días, y es más frecuente en las temporadas de otoño e invierno.