Un reciente estudio ha identificado un nuevo factor crítico que contribuye al calentamiento global: la disminución de las nubes bajas, que son fundamentales para reflejar la radiación solar. En 2023, esta reducción permitió que la Tierra absorbiera más energía, alcanzando temperaturas récord y agravando el desajuste energético del planeta.
Un mundo más cálido: las nubes bajas en declive
En los últimos años, las temperaturas globales han alcanzado cifras alarmantes. 2023 fue el año más cálido registrado, y los expertos advierten que 2024 podría superar este récord en cuestión de días. Actualmente, las temperaturas están 1,4 °C por encima de los niveles preindustriales, un dato preocupante que se atribuye a múltiples factores, entre ellos:
- El fenómeno de El Niño, que calienta las aguas del océano.
- El máximo del ciclo solar, que incrementa la radiación solar recibida.
- La disminución de nubes bajas, cuya cobertura cayó un 1,5 % en 2023, especialmente en el hemisferio norte.
Estas nubes son cruciales para reflejar la radiación solar hacia el espacio, enfriando naturalmente el planeta. Su disminución elimina este efecto de enfriamiento, permitiendo que más radiación solar quede atrapada en la atmósfera, acelerando el calentamiento global.
El albedo y su relación con el calentamiento global
El albedo mide la capacidad de la Tierra para reflejar la radiación solar. En 2023, alcanzó un mínimo histórico, lo que indica que el planeta absorbió más energía de lo habitual, agravando el aumento de las temperaturas.
Helge Goessling, físico climático del Instituto Alfred Wegener y coautor del estudio publicado en Science, destacó que la pérdida de nubes bajas ha tenido un impacto significativo. “Es sorprendente ver cómo han cambiado las nubes bajas”, afirmó, subrayando que su desaparición amplifica el calentamiento al reducir el albedo global.
Un desajuste energético creciente
El balance de radiación terrestre, que mide la energía que la Tierra recibe y emite, mostró un desajuste preocupante. Según el estudio, el planeta ganó en promedio 0,76 vatios por metro cuadrado al año durante la década de 2010, pero en 2023 esta cifra aumentó a casi 1 vatio por metro cuadrado más que el promedio de los últimos 20 años.
Este desajuste contribuyó a un calentamiento adicional de 0,23 °C, una cifra significativa que no había sido explicada antes. Los datos utilizados provinieron del proyecto CERES de la NASA y el reanálisis atmosférico ERA5, que monitorean la energía ganada y perdida por la Tierra mediante observaciones satelitales.
Menos nubes, mayores desafíos climáticos
La disminución de las nubes bajas no solo reduce el albedo, sino que también plantea interrogantes sobre las tendencias futuras. Las áreas donde esta cobertura ha cambiado drásticamente podrían experimentar impactos climáticos severos, acelerando el calentamiento global y alterando los patrones climáticos.
Los hallazgos subrayan la importancia de las nubes bajas en la regulación del clima global y alertan sobre los riesgos que implica su disminución. En un mundo que enfrenta desafíos climáticos sin precedentes, comprender el papel de las nubes y el albedo se vuelve crucial para mitigar los impactos del calentamiento global y diseñar estrategias más efectivas.