La ministra Camila Vallejo abordó la propuesta de una regularización acotada para migrantes empadronados durante 2023, enfatizando que este proceso no incentivará la llegada de más extranjeros de manera irregular al país.
Contexto del empadronamiento
El empadronamiento de 2023, parte de la Política Nacional de Migraciones y Extranjería, permitió registrar a más de 180.000 extranjeros en el país, quienes participaron voluntariamente del proceso. Según la ministra, este mecanismo no implica una regularización automática, sino que tiene como propósito identificar a los migrantes presentes en el territorio nacional.
- Comparación histórica: Vallejo destacó que el último gran proceso de regularización ocurrió bajo el gobierno de Sebastián Piñera, con 324.338 migrantes, mientras que durante los mandatos de Michelle Bachelet y Eduardo Frei se regularizaron 55.000 y 22.000, respectivamente.
Detalles de la regularización acotada
La ministra aclaró que el empadronamiento no asegura la regularización de todos los inscritos, sino que se evaluará caso por caso bajo criterios específicos como:
- Arraigo laboral.
- Vínculos familiares.
“No está sobre la mesa regularizar a las 180.000 personas empadronadas; el proceso será selectivo y limitado”, explicó Vallejo.
Impacto del empadronamiento
El empadronamiento ha proporcionado herramientas cruciales para identificar a migrantes previamente desconocidos, facilitando el control policial y la seguridad nacional. Según la ministra, esto representa un paso importante para «ordenar la casa» en materia migratoria.
Rechazo al «efecto llamado»
Vallejo negó categóricamente que la regularización acotada pueda ser vista como una invitación a nuevos migrantes:
- Exclusión de personas con antecedentes penales: “Quienes tengan antecedentes o condenas no podrán acceder a la regularización”.
- Refuerzo en controles fronterizos: Destacó el fortalecimiento de las fronteras para evitar ingresos irregulares, además de la mejora en los procesos de expulsión administrativa y judicial.
El Gobierno busca equilibrar orden y control migratorio con criterios humanitarios y de integración, sin fomentar la llegada masiva de nuevos migrantes. La regularización acotada se enfocará en casos que cumplan requisitos específicos, priorizando la seguridad y el orden en el país.