Especialistas en alimentación explican por qué es recomendable guardar los huevos en el refrigerador y cómo influye la temperatura en su conservación.
Uno de los primeros pasos al comprar una caja de huevos suele ser guardarlos en el refrigerador, pero ¿es realmente necesario? Según diversas publicaciones científicas y organismos internacionales, la respuesta es sí.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) señala que los huevos pueden permanecer entre 3 y 5 semanas refrigerados antes de echarse a perder. Además, la temperatura es clave para evitar la proliferación de bacterias como la Salmonela, que puede contaminar el producto a través de su cáscara.
¿Qué ocurre si se mantienen a temperatura ambiente?
La nutricionista Beatriz González Fernández (@bea_gonfer) explicó en un video en Instagram que los huevos poseen una cutícula, una delgada membrana protectora que se encuentra debajo de la cáscara.
«Esa cutícula se puede romper con los cambios bruscos de temperatura y el huevo se podría contaminar», detalló la especialista, enfatizando que una vez en casa, lo recomendable es guardarlos en el refrigerador.
Si bien en los supermercados los huevos suelen mantenerse a temperatura ambiente, la experta aclara que esto se debe a que las condiciones son más estables. En casa, en cambio, la temperatura puede variar, lo que hace más seguro almacenarlos en frío.
La importancia del frío en la conservación de los huevos
El USDA respalda esta práctica, indicando que los huevos refrigerados conservan mejor sus propiedades:
- El frío ayuda a mantener la clara más densa y la yema más centrada.
- Reduce el crecimiento de Salmonela, evitando su propagación en la cáscara y el interior del huevo.
- Un huevo frío que se deja a temperatura ambiente puede sudar, lo que facilita el movimiento de bacterias al interior del producto.
Por esta razón, el USDA advierte que los huevos refrigerados no deben dejarse fuera más de 2 horas.
En conclusión, aunque los huevos pueden mantenerse a temperatura ambiente en lugares de venta, una vez refrigerados deben permanecer así para garantizar su frescura y seguridad alimentaria.