El asteroide YR4, recientemente clasificado en el nivel 3 de la escala de Turín, ha generado preocupación en la comunidad astronómica y en organismos internacionales debido a la posibilidad, aunque remota, de un impacto con la Tierra en 2032.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), el objeto espacial tiene un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, y si bien la probabilidad actual de colisión es del 2,3%, el riesgo ha aumentado en solo una semana de observaciones, pasando de 1 en 83 a 1 en 43 posibilidades de impacto.
¿Qué dicen los expertos sobre YR4?
A pesar del creciente interés que ha despertado este asteroide, Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA, hizo un llamado a la calma y aclaró que, por ahora, no hay razones para alarmarse.
«Se está simplemente informando que, como expertos y por nuestros protocolos, tenemos que poner una atención especial a este asteroide particular», explicó Cano, enfatizando que su monitoreo es parte de los procedimientos habituales en la observación de objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por su sigla en inglés).
¿Dónde podría impactar el asteroide?
Si el asteroide YR4 llegara a colisionar con nuestro planeta, la zona de impacto abarcaría un área extensa, que va desde el este del océano Pacífico hasta el sur de Asia, pasando por Sudamérica y África, según los cálculos preliminares del astrónomo Daniel Bamberger.
Las áreas más afectadas incluirían regiones como Colombia, Venezuela y el norte de Brasil, extendiéndose hasta África central, India y Myanmar. Aunque gran parte de la posible trayectoria se ubica sobre el océano, existen zonas altamente pobladas dentro de la franja de impacto.
¿Qué tan destructivo podría ser YR4?
De acuerdo con el astrónomo Diego Bagú, un impacto de YR4 no provocaría una catástrofe a escala global, pero sí un daño significativo en la zona afectada.
«No sería comparable con el impacto que extinguió a los dinosaurios hace 65 millones de años, cuando un asteroide de 9 o 10 kilómetros golpeó la actual península de Yucatán», aclaró Bagú.
Sin embargo, destacó que un evento de este tipo podría generar una devastación localizada similar a la ocurrida en Tunguska, Siberia, en 1908, cuando un asteroide de 50 metros explotó en la atmósfera sin tocar la superficie terrestre, pero cuya onda expansiva arrasó más de 2.100 hectáreas de bosque.
Monitoreo y medidas de prevención
Las agencias espaciales, como la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), mantienen un monitoreo constante de YR4 y otros objetos potencialmente peligrosos. En caso de que los cálculos futuros aumenten la probabilidad de impacto, podrían activarse estrategias de desviación de asteroides, como las probadas recientemente con la misión DART de la NASA.
Por ahora, los expertos recomiendan seguir las actualizaciones oficiales y evitar la propagación de información alarmista.