Aunque parezca sacado de un guion de Star Wars, uno de los sables láser originales usados por Luke Skywalker realmente salió al espacio. En una inusual colaboración entre el cine y la ciencia, este emblemático objeto de la saga orbitó la Tierra durante 14 días como parte de una misión oficial de la NASA.
Una misión espacial con sabor a ciencia ficción
Fue en 2007, durante la misión STS-120 del transbordador Discovery, cuando el sable láser que empuñó Mark Hamill en El Retorno del Jedi abandonó el planeta a bordo de la nave espacial. La hazaña conmemoraba el 30 aniversario de Star Wars y fue posible gracias a una alianza entre la NASA y Lucasfilm, la productora fundada por George Lucas.
El sable viajó cuidadosamente empaquetado en una caja de poliespán para protegerlo durante la travesía. Antes del despegue, fue exhibido en distintos lugares, como el Centro Espacial de Houston, donde miles de fans acudieron a despedirlo en un evento especial.
Ceremonia galáctica y apoyo imperial
La despedida oficial tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Oakland, en California, en una ceremonia decorada con personajes de la saga, entre ellos Chewbacca y varios soldados imperiales. Esta mezcla de realidad y ficción entusiasmó tanto a fanáticos del cine como a amantes de la exploración espacial.
Una vez en el espacio, el sable orbitó la Tierra junto a los siete miembros de la tripulación, liderados por la comandante Pam Melroy y el piloto George Zamka. Entre ellos se encontraba también el astronauta Jim Reilly, quien se mostró emocionado por esta iniciativa que conectaba la ciencia ficción con los avances tecnológicos reales. Reilly destacó cómo ideas que antes eran solo fantasía hoy forman parte de las misiones espaciales.
De regreso a su creador
Después de su épica aventura, el sable volvió a la Tierra y fue devuelto a George Lucas, convirtiéndose en un símbolo del puente entre la narrativa cinematográfica y la exploración espacial real.