El pasado 6 de septiembre, la mayoría del país adelantó sus relojes en 60 minutos para dar inicio al horario de verano. Este cambio dejó a 14 de las 16 regiones en el huso horario UTC-3, cumpliendo lo que ordena el Decreto 224 de 2022.
Regiones que no ajustaron la hora
Magallanes y la Antártica Chilena no participaron del cambio, ya que desde 2017 mantienen fijo el horario de verano. Este 2025 se sumó Aysén, luego de que en una consulta ciudadana el 94% de los votantes optara por no mover más los relojes. La decisión se explicó por la escasa exposición solar que tienen las zonas australes durante gran parte del año.
El huso horario que realmente corresponde
Aunque Chile oscile entre el UTC-3 y el UTC-4, ninguno de estos sería el adecuado. El exastrofotógrafo del Observatorio Cerro Tololo, Arturo Gómez, explicó que por ubicación geográfica a nuestro país le corresponde el huso horario -5. Sin embargo, hace décadas se optó por mantener el -4, y desde entonces se han hecho sucesivos ajustes que se mantienen hasta hoy.

Breve repaso histórico
La historia de los cambios de hora en Chile no es nueva. En 1884, nuestro país participó del Congreso del Meridiano en Washington, donde se fijó Greenwich como referencia mundial. Más tarde, en 1912, la Conferencia Internacional de la Hora en París asignó a Chile la zona +5 (meridiano 75º oeste).
El hito clave llegó en 1968, en plena sequía y con cortes de electricidad frecuentes. Allí se instauró el sistema de horario de verano e invierno para ahorrar energía, quedando entre UTC-3 y UTC-4. Desde entonces, las modificaciones han sido constantes, con excepciones puntuales en 1990, 2010 y durante los años 2015 y 2016.