El cobre acaba de alcanzar su nivel más alto en 14 meses, superando los 9.300 dólares por tonelada, impulsado por los crecientes riesgos de oferta y las esperanzas de una recuperación económica mundial.
Este repunte, que comenzó a principios de febrero, se vio reforzado después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, diera un giro de timón a los posibles recortes de tasas.
Al mismo tiempo, los contratiempos en las principales operaciones mineras han obligado a las fundiciones a pagar precios sin precedentes por el mineral en bruto.
A su vez, las mayores fundiciones de cobre de China, que son responsables de más de la mitad de la producción mundial de cobre refinado, están planeando recortar colectivamente la producción en un 5-10% en consecuencia, expone un artículo recogido por Yahoo Finance.
En los próximos dos años, los expertos prevén que el precio del cobre se dispare más de un 75%, impulsado por las interrupciones de la oferta minera y el aumento de la demanda del metal, especialmente en el sector de las energías renovables.
La esperada bajada de las tasas de interés a finales de este año también contribuye a las perspectivas alcistas para el cobre, ya que un dólar más débil haría que el cobre a precio de «billete verde» resultara más atractivo para los compradores extranjeros.
Los precios del cobre apuntan al alza
El optimismo del mercado se ve alimentado por la reciente conferencia COP28, en la que más de 60 países apoyaron triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030.
Citibank considera este hecho «extremadamente alcista para el cobre», con previsiones que apuntan a una demanda adicional de 4,2 millones de toneladas de cobre para 2030, lo que podría impulsar los precios hasta los 15.000 dólares la tonelada en 2025.
Goldman Sachs predice que los precios del cobre podrían alcanzar los 10.000 dólares por tonelada en el plazo de un año, debido a la fuerte demanda china y a las continuas perturbaciones de la oferta.