El 7 de agosto de 2019 el entonces alcalde Mario Olavarría (UDI) festejaba -con espumante en mano y junto a varios vecinos- una importante noticia: el presidente Sebastián Piñera había anunciado que el anhelado hospital de la zona norte de la Región Metropolitana se construiría en Colina.
La alegría se convierte en problemas
Pero la alegría duró hasta 2022. Ese año, el Ministerio de Salud detuvo el avance del proyecto en Colina y la Contraloría cuestionó la forma en que el municipio adquirió el terreno. Junto con eso, los cuestionamientos en contra de Olavarría, y por el nexo entre él y la propietaria del terreno -quienes se conocían desde hace años-, no tardaron en llegar.
Un acuerdo con problemas económicos
La situación era compleja. La Municipalidad de Colina ya había pagado 50 mil UF (casi $1.900 millones al valor actual) por la venta del terreno. Un antecedente que se suma a que en el proceso de compraventa, el organismo comunal hipotecó siete inmuebles -entre ellos un establecimiento educacional- que podrían ser cobrados por la vendedora en caso de que no se cumpliera el contrato.
Acusaciones y defensas
A juicio del presidente de la Fundación Defendamos La Ciudad, Patricio Herman la compra del terreno corresponde a una “operación trucha”, porque “hubo un trato directo y se adquirió a un precio muy alto fuera de mercado”. “Mario Olavarría le compró a una particular un terreno no idóneo para construir un hospital, eso lo sabía todo el mundo”, remarcó. Mario Olavarría, en tanto, trabaja en su campaña para alcalde por la comuna de Lampa -como candidato de Chile Vamos-, y se defiende ante las acusaciones en su contra.
Un largo proceso judicial
La Municipalidad de Colina presentó una demanda para intentar recuperar el dinero que se había pagado por el terreno. Además, la Fiscalía de Alta Complejidad Centro Norte lleva a cabo una investigación sobre la transacción comercial. Ambas acciones se encuentran en curso.