La IA como compañía: resultados de la encuesta Cadem
La más reciente encuesta Cadem reveló un fenómeno que refleja los cambios sociales actuales en Chile: el 25% de la población está dispuesta a conversar con ChatGPT u otras herramientas de inteligencia artificial para no sentirse solo. Este dato se contextualiza con otro hallazgo del estudio, que indica que 1 de cada 3 chilenos asegura sentirse solo con frecuencia.
En cuanto a las fuentes de apoyo emocional, la encuesta posiciona a la familia como el principal sostén con un 37%, seguida por la pareja con un 27%. Llama la atención que la inteligencia artificial ocupa el tercer lugar con un 25%, superando a otras formas tradicionales de compañía o apoyo.
Un fenómeno con raíces en la soledad social
La psicóloga Belén García, en conversación con En La Hora, advirtió que la creciente relación entre las personas y la IA tiene un trasfondo social profundo. Según explica, la sociedad actual está marcada por una desconexión emocional generalizada, lo que hace que socializar sea percibido como un proceso inseguro, exigente o incluso inaccesible.
En este contexto, la IA ofrece ventajas que explican su atractivo en momentos de soledad. Entre ellas, García destaca que las personas pueden sentirse más cómodas al hablar con inteligencia artificial porque no enfrentan juicios ni críticas. Además, la IA no desvía la atención hacia sus propios problemas, algo que puede ocurrir en interacciones humanas cotidianas.
Las consecuencias del vínculo emocional con la IA
Aunque conversar con la IA puede parecer beneficioso a corto plazo, expertos advierten sobre riesgos importantes a nivel psicológico y social. Según García, el pensamiento puede empobrecerse, ya que este se alimenta de la interacción y las diferencias con otros seres humanos, lo cual se ve limitado cuando el vínculo se establece solo con una máquina.
Por su parte, la psicóloga Pamela Yáñez alertó que si bien la conexión digital puede servir como apoyo, no debe sustituir el contacto humano. En sus palabras, «si una persona evita toda interacción humana porque siente que la IA la entiende mejor, puede desarrollar fobia social o depresión por falta de vínculos reales».
Un desafío emergente para la salud mental
Los resultados de la encuesta y las opiniones de especialistas apuntan a un fenómeno emergente que involucra la salud mental, la tecnología y las relaciones humanas. La tendencia a conversar con inteligencia artificial como medio para aliviar la soledad refleja un cambio significativo en la forma en que las personas buscan apoyo emocional, lo cual abre nuevos debates y preocupaciones para abordar desde una mirada clínica y social.