Tras varios meses alejada del ojo público, Mariana Derderian reapareció en televisión y redes sociales, generando diversas reacciones por su forma de enfrentar el duelo tras la muerte de su hijo Pedro. El niño falleció en mayo de 2024 durante un incendio ocurrido en la madrugada en el domicilio familiar en la comuna de Vitacura.
En conversación con Las Últimas Noticias, la actriz abordó abiertamente las críticas que ha recibido por mostrarse con una actitud optimista, señalando que su forma de enfrentar la tragedia ha sido profundamente reflexiva y centrada en el bienestar de su hija Leticia.
«Quiero que mi hija tenga a la mamá que merece»
Derderian compartió que la búsqueda de sentido tras la pérdida la llevó a indagar en distintas fuentes filosóficas. “Me vi tratando de buscarle un sentido a la vida, un para qué, por qué vivimos. Son las preguntas básicas y que sí se hace todo el mundo. Son preguntas que no vamos a poder responder. Me puse a leer, a buscar, filosofías distintas, grandes pensadores”, relató.
Desde esa búsqueda, definió una postura frente a la muerte que se refleja en su rol como madre: “Ese día del accidente murió el hermano de mi hija, pero no murió su mamá y quiero que ella sepa que no es así y que tiene a la mamá que merece”.
La actriz dejó claro que su regreso a la actividad pública no significa una negación del dolor, sino una forma de honrar la memoria de su hijo Pedro. Frente a los cuestionamientos por compartir contenidos donde se muestra alegre, respondió directamente: “¿Qué esperan?, ¿que uno no salga adelante? Lo que hago, más que buscarle el porqué a lo que pasó, es honrar a Pedro y honrarlo jamás sería quedarme en la casa amargada, llorando”.
«Esta es mi nueva felicidad»
Derderian explicó que su forma de vivir el duelo es una elección consciente. “Yo creo que uno tiene dos opciones: eliges darles a los tuyos y a ti misma un pasar más feliz, más contento, con momentos luminosos, o quedarte sumido en el dolor sin salir de él”.
Reconoció que la pérdida de su hijo cambió por completo su manera de sentir la alegría, afirmando que “yo nunca más, evidentemente, voy a ser feliz como era antes, ya nada es lo mismo, pero esta es mi nueva felicidad”.
Con una metáfora que refleja el impacto permanente de la tragedia en su vida, sentenció: “Quedé coja, pero bailo coja, camino coja y elijo ser feliz coja”.
Su testimonio evidencia una construcción personal del duelo centrada en la resiliencia y en la presencia activa en la vida de su hija, defendiendo públicamente su decisión de mostrarse en redes sociales desde una perspectiva de reconstrucción emocional.