La pérdida progresiva de visión que marcó su retiro
La astrónoma María Teresa Ruiz, pionera en su campo y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997, anunció su jubilación a los 78 años tras enfrentar una degeneración macular que le ha reducido drásticamente su capacidad visual. «Ya no puedo leer ni escribir», declaró en una reciente entrevista, detallando cómo esta condición ha transformado su vida y carrera.
Diagnosticada en 2015, la enfermedad afectó inicialmente su ojo izquierdo, pero durante la pandemia también comprometió el derecho. «Hoy solo veo por los bordes del ojo», explicó, describiendo la pérdida de visión central que la obligó a abandonar actividades esenciales para su labor como astrónoma, como leer y observar el cielo.
Su legado académico y científico
Ruiz fue la primera mujer chilena en graduarse como astrónoma de la Universidad de Chile y en obtener un doctorado en astrofísica en la Universidad de Princeton. Durante cinco décadas, se dedicó a la observación del universo y al desarrollo de la astronomía en Chile. En 1979, ingresó como profesora al Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, institución que recientemente la nombró Profesora Emérita.
Aunque su enfermedad la llevó a abandonar la docencia y los viajes a observatorios, Ruiz encontró formas de continuar su contribución. En 2021 publicó su libro “El Sol. Conviviendo con una estrella”, un esfuerzo que realizó con ayuda de su esposo debido a las dificultades para escribir y leer.
Un hallazgo que definió su carrera: la enana café Kelu
El mayor logro de Ruiz ocurrió en 1997, cuando, desde el Observatorio La Silla, en la Región de Coquimbo, descubrió la primera enana café, un tipo de objeto estelar que hasta entonces solo existía en teorías. Nombrada Kelu, en mapudungun «rojo», este descubrimiento revolucionó la astronomía y consolidó su reconocimiento a nivel mundial.
“Cuando me di cuenta de lo que tenía entre las manos, fue pura alegría», recordó. «Ese descubrimiento me trajo más reconocimiento que todo el otro trabajo que había hecho antes». Su descubrimiento le valió el Premio Nacional de Ciencias Exactas ese mismo año.
El futuro de María Teresa Ruiz
A pesar de sus limitaciones visuales, Ruiz considera utilizar herramientas tecnológicas, como transcriptores automáticos, para escribir un nuevo libro sobre la historia reciente de la astronomía chilena. Además, baraja la posibilidad de operarse las cataratas para recuperar parcialmente algo de visión, aunque es consciente de que las mejoras serán limitadas.
“Puedo ver lo que quiera, porque tengo mis recuerdos. Sobre todo el cielo. Ya me cuesta ver estrellas, pero cuando cierro los ojos las distingo claramente. Están en mi disco duro”, reflexionó, dejando en claro que su legado y amor por la astronomía perduran más allá de las adversidades.