Un violento ataque a balazos tuvo lugar en la madrugada del domingo en la comuna de Cartagena, región de Valparaíso, cuando una familia fue sorprendida en su vivienda. Afortunadamente, a pesar de la intensidad del ataque, no se registraron personas lesionadas, pero el temor y el impacto emocional entre las víctimas son profundos.
El ataque a balazos
El suceso ocurrió alrededor de la 1:00 a.m., cuando un vehículo se acercó a la parcela de la familia en el sector de La Capellanía. Desde el vehículo, se efectuaron al menos siete disparos, seis de los cuales impactaron en el vehículo familiar, lo que generó pánico entre los ocupantes de la casa. Paz Stuardo, una de las víctimas, relató al diario El Líder cómo se tiró al suelo pensando en la seguridad de su nieto de tres años.
«Pensé en mi nieto de tres años y me tiré al suelo», recordó Paz, quien estaba en la vivienda junto a su pareja, sus cuatro hijos, dos nueras y dos nietos. A pesar de la brutalidad del ataque, no se registraron víctimas físicas.
Relato de la víctima
Paz Stuardo relató que el agresor es una persona con la que han tenido conflictos previos. Ella y su esposo tienen una patente municipal para vender paltas y tomates en la calle, específicamente afuera de la panadería La Marítima, en el centro de Cartagena. Sin embargo, el agresor no tiene permiso y realiza comercio ilegal en la misma zona, lo que ha generado enfrentamientos.
«Se pone violento, ya me ha atacado varias veces. Si hasta tengo una orden de alejamiento, él no puede acercarse a nosotros», afirmó Paz, quien también comentó sobre los diversos episodios de violencia que han vivido.
La amenaza constante
Paz explicó que el sujeto ha amenazado y agredido físicamente a su familia en varias ocasiones. «Nos insulta, nos amenaza, saca pistolas, cuchillos y machetes delante de toda la gente… me ha pegado», aseguró la mujer, quien afirmó que ya han realizado diversas denuncias en Fiscalía.
Sin embargo, Paz expresó su frustración al afirmar que la orden de alejamiento no ha tenido efecto. «Sinceramente, esta orden de alejamiento no sirve nada… Ya ha intentado matarme dos veces», lamentó. «Ahora, con esto, ¿qué más puedo esperar?», se preguntó entre lágrimas.
Un grito de auxilio
«Ya no puedo más», concluyó Paz, quien decidió hacer público el ataque para alertar sobre la situación de violencia continua. «No puede seguir pasando esto», expresó, buscando visibilidad para su caso y pidiendo una respuesta efectiva ante las constantes amenazas que sufre junto a su familia.