La Corte Suprema de Estados Unidos ha concedido al gobierno del presidente Donald Trump la autorización para reanudar las deportaciones de migrantes a terceros países como Sudán del Sur y El Salvador. Esta decisión representa una victoria significativa para la Casa Blanca en su campaña de deportaciones masivas, a pesar de la controversia legal que ha rodeado al tema.
Un Fallo Favorable para la Administración de Trump
Este lunes, el máximo tribunal del país dijo sí a las deportaciones acordando suspender la orden de un juez federal que detuvo previamente el traslado de ocho inmigrantes. Esta resolución permite al gobierno continuar con su política de deportaciones, a pesar de las críticas y preocupaciones sobre los derechos humanos.
La Decisión Judicial
La Corte Suprema emitió una orden no firmada para dejar sin efecto la decisión del juez federal Brian Murphy de Massachusetts. Murphy había dictado que la Administración Trump violó una orden judicial al comprometer la seguridad de los inmigrantes deportados, sin proporcionarles una adecuada defensa legal.
Los inmigrantes, que incluyen a ciudadanos de Cuba, México y otros países, permanecían en una base aérea en Yibuti mientras se debatía su destino.
Riesgos y Acusaciones
El gobierno argumentó ante el tribunal que los deportados eran culpables de crímenes monstruosos y que sus países de origen se habían negado a aceptarlos. Además, eran peligrosos por la amenaza de un ataque potencial desde Yemen y por las condiciones deplorables de salud que enfrentaban.
- Acusaciones de crimen: El gobierno de Trump sostiene que estos migrantes cometieron delitos serios.
- Riesgos sanitarios: Las condiciones en la base aérea de Yibuti preocuparon a las autoridades.
- Peligros geopolíticos: Amenazas de Yemen fueron un factor para la permanencia de los migrantes en Yibuti.
Acuerdos Internacionales para Deportaciones
El Departamento de Estado trabaja en obtener acuerdos con otros países para aceptar migrantes deportados desde Estados Unidos. El caso de Sudán del Sur destaca por el conflicto armado y las recomendaciones de seguridad de no viajar allí. A pesar de esto, Washington busca que naciones como El Salvador reciban a los deportados mediante acuerdos financieros.
Un ejemplo significativo es el acuerdo con el presidente salvadoreño Nayib Bukele para recibir migrantes en una megacárcel, lo cual ha generado críticas debido a la falta de transparencia pública sobre los detalles del convenio.