La tasa de desocupación en Chile se ubicó en 8,4% durante el trimestre móvil diciembre 2022-febrero de 2023, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), alcanzando de esta forma su mayor nivel desde septiembre de 2021.
En base a los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que elabora el ente estadístico, la cifra significó un aumento de 0,9 puntos porcentuales (pp.) en doce meses -siendo el cuarto incremento anual después de continuas disminuciones desde febrero-abril 2021-, dado que el alza de la fuerza de trabajo (4,0%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (3,0%).
Por su parte, las personas desocupadas se expandieron 16,0%, incididas por quienes se encontraban cesantes (16,8%) y por aquellas que buscan trabajo por primera vez (9,8%).
Con estos datos, se crearon 21.616 nuevos empleos al comparar con el trimestre móvil anterior.
Leonardo González, subdirector técnico del INE, comentó que «con respecto al punto más bajo observado en 2020 – durante el trimestre móvil mayo-julio-, se constata un aumento acumulado de 1.826.554 personas ocupadas a nivel nacional, con ajuste estacional, lo que representa una recuperación de 98,5% de las ocupaciones que se perdieron en el peor periodo de la pandemia».
Por otro lado, mencionó que en términos de la variación anual de la tasa de desocupación, lo que se observa es «un aumento en los últimos cuatro trimestres móviles, con el último que presentamos hoy, estadísticamente significativo, y lo que miramos en la tasa de ocupación es aumentos de la ocupación, pero a tasas de crecimiento menores. Siguen aumentando, pero ese aumento se ha venido ralentizando en el último tiempo. Entonces, van aumentando ambos indicadores, tanto la desocupación como la ocupación, y eso tiene que ver con el retorno al mercado del trabajo de personas que todavía estaban en la inactividad».
Por su parte, las tasas de participación y de ocupación continuaron aumentando (aunque a un menor ritmo) y se situaron en 60,9% y 55,8%, creciendo 1,7 pp. y 1,1 pp., respectivamente. Comparado con igual trimestre de 2021 y 2022, la tasa de participación es más alta, pero más baja respecto a 2020 (prepandemia).
Por otro lado, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 3,4%.
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,0%, aumentando 0,7 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 51,1% (valor más alto desde enero-marzo 2020) y 46,5%, avanzando 2,2 pp. y 1,7 pp., en cada caso.
En los hombres, la tasa de desocupación fue 7,9%, con un alza de 1,0 pp., mientras que las tasas de participación y ocupación se ubicaron en 71,2% y 65,6%, creciendo 1,3 pp. y 0,5 pp., respectivamente.
El alza de las personas ocupadas fue incidida tanto por las mujeres (4,7%) como por los hombres (1,7%).
«Van aumentando ambos indicadores, tanto la desocupación como la ocupación, y eso tiene que ver con el retorno al mercado del trabajo de personas que todavía estaban en la inactividad» Leonardo González, subdirector técnico del INE
Los sectores que contribuyeron al aumento fueron alojamiento y servicio de comidas (12,6%), actividades de salud (7,6%) y agricultura y pesca (6,0%), mientras que sectores que presentaron descensos fueron construcción (-4,7%) y comercio (-1,1%).
Todas las categorías ocupacionales incidieron positivamente; las que más aportaron fueron las personas asalariadas formales (3,1%) y las personas trabajadoras por cuenta propia (2,6%).
Informalidad
La tasa de ocupación informal se ubicó en 27,3%, descendiendo 0,5 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales crecieron 1,1%, incididas solo por las mujeres (7,7%), ya que los hombres disminuyeron 3,7%.
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,4%, sin presentar variación respecto al trimestre móvil anterior.
Horas de trabajo
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 3,5%. El promedio de horas trabajadas creció 0,5%, llegando a 36,7 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 16,5%, con un alza de 0,7 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,4% y en las mujeres, en 19,2%. La brecha de género fue 4,8 pp.
En la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 9,7%, aumentando 1,2 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (4,2%) fue mayor al incremento de las personas ocupadas (2,8%). Las personas desocupadas crecieron 18,7%, incididas principalmente por quienes se encontraban cesantes.