La propietaria de una casa en Atlanta, Estados Unidos, está viviendo una pesadilla que jamás imaginó experimentar.
Se trata de Susan Hodgson, quien en septiembre se había ido de vacaciones a otra ciudad cuando de pronto se enteró que la vivienda familiar estaba siendo derrumbada por una empresa de construcción. En ningún momento solicitó ese servicio ni tampoco tenía intenciones de hacerlo.
La mujer de 60 años supo lo que estaba ocurriendo al recibir un llamado de su vecino, que le preguntó si es que había contratado a alguien para demoler la propiedad.
Hodgson le dijo que no. En ese mismo instante, su vecino le respondió que recién la habían terminado de derribar.
“No sé cómo sentirme. Estoy devastada, estoy triste. Simplemente estoy perdida”, planteó Hodgson a The Washington Post.
Ahora, los materiales que permitieron levantar el hogar están esparcidos por el terreno. Según Hodgson, la compañía que habría hecho la demolición, You Call It We Haul It, no le ha respondido por el error.
De acuerdo al Post, la propiedad había sido adquirida en la década de 1980 por Curtis, el esposo de Hodgson. Por varios años la arrendaron, luego a inicios de los 2000 estuvieron viviendo allí, hasta que Curtis falleció en 2011.
En ese momento la mujer se cambió a la casa aledaña, ya que era menos costosa de mantener para ella sola. Pese a que la otra vivienda quedó inhabitada durante estos años, Hodgson continuó velando por su cuidado y saldando los impuestos correspondientes.
Luego de que el vecino de Hodgson la llamara para revelarle lo que estaba sucediendo, un cuñado de ella se trasladó hasta el lugar y les habló a los trabajadores que estaban haciendo las labores de demolición.La casa demolida de Susan Hodgson. Foto: Fox 5.
Cuando la persona a cargo miró el permiso, se dio cuenta de que estaban en una dirección errónea. El equipo de trabajadores tomó sus herramientas y simplemente abandonó el lugar.
Hodgson reportó a la policía que el inmueble había sido destruida sin autorización, por lo que poco después acudieron hasta el lugar algunos agentes.
En el informe policial figura el número del Departamento de Transporte del vehículo que estaba estacionado en las afueras del inmueble de Hodgson. Con ello se pudo asociar que el auto pertenecía a You Call It We Haul It, empresa dedicada a la demolición y transporte en Atlanta.
Un par de días después del hecho, la estadounidense regresó a su ciudad y pudo ver con sus propios ojos una escena desalentadora. Los únicos rastros que quedaban de su casa familiar eran escombros. Eran los últimos recuerdos que le quedaban de su fallecido esposo, contó.
Si bien apenas llegó quiso contactarse con la empresa para que esta diera su versión de los hechos, no contestaron sus llamados. Hoy sigue esperando alguna respuesta para poder resolver este desagradable problema.
Antes de la destrucción, Hodgson tenía planes de remodelar la vivienda y transformarla en un dúplex. Sin embargo, eso ya no es posible para ella: tendría que construir un hogar completamente nuevo en el terreno.